Orgulloso el abuelo la coloca sobre la caballería, es la recompensa después de una mañana de trabajo duro. La peque confiada en brazos del abuelo, sus manos grandes y generosas no la dejarán sola. La cara de satisfacción del abuelo lo dice todo, era una de sus nietas más mayores, hoy una
joven adulta lo añora y echa de menos, seguro.