La entrada de la casa, se convertía en un altar donde reposaba la Custodia, las gentes se esmeraban en prepararlo y adornarlo con los elementos que de que disponían en épocas tan difíciles, no se tenía de nada, pero la creatividad hacía que el mismo elemento, fuera muchas cosas. Colcha dorada, capa de rey mago o tapiz para el balcón.