Es una
escultura de bulto redondo, seguro que había un compañero, pero los separaron en el traslado de los muebles y lo rescaté como quien dice de un desván, un
rincón, Este, u otro me dijo que te diga: ¡celebra la vida! aunque sean pequeñas cosas. Desde ya, voy a llamar a mi ángel porque os aseguro que está ahí. Ya os contaré.