Este presidente, impuesto por los terroristas, iba para jefe de la oposición, y como tal, prometió y prometió en la campaña, cosas como carta blanca para el estatuto catalán y un sin fin de disparates, pensando que nunca tendría que cumplir (al estilo de las campañas de IU, que ni ellos se creen).
Los asesinos de ETA, que estaban totalmente derrotados, y sólo adivinaban un futuro entre
rejas, resucitan y se suben al
carro, ya que piensan que “con este partido socialista conseguimos más de lo que
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