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SANTA CRISTINA DE VALMADRIGAL: CALVARIO GRANDE...

Sigue misaga (y los demás) esperando los versos del Calvario Grande y o de las Siete Palabras. Antes que llegue el verano y la gente se desparrame sería una alegría para mi poder conocer esos versos y si tú salaguer o cualquier otro de los que a diario visitan la página fueseis tan amables de compartir esos conocimientos con los que no tenemos más conocimiento de esos días que el lágrimas de corazón………. pues al menos yo os quedaría muy agradecido y al mismo tiempo se difundiría esa parte de la cultura del pueblín.
Ánimo que ya sale el sol.

CALVARIO GRANDE

Alma que ociosa te sientas
malogrando la ocasión,
¿es posible que no sientas
mis dolores, mis afrentas,
mi muerte, pena y dolor?.
Levántate fervorosa,
pues te llama amante fino,
busca esta piedra preciosa,
que la hallarás amorosa
si andas el Sacro Camino.

ESTACIÓN

En la primera estación
atenta quiero que notes
con cuánta resignación
llevé por tu redención
más de cinco mil azotes.
Hombre mira y considera
movido de compasión,
que en esta estación primera
me sentencian a que muera
entre uno y otro ladrón.
2ª ESTACIÓN

A la segunda camina,
verás que en tumulto vario
todo el pueblo determina
que al son de ronca bocina
me conduzcan al Calvario.
Guiando va un pregonero
A la descollada cumbre,
y el inocente cordero
va abrumado de un madero,
la molestia y pesadumbre.

3ª ESTACIÓN

Caí en la estación tercera
y todos allí gritaron:
“muera el embustero, muera”;
y con indignación fiera
del suelo me levantaron.
Una soga a la garganta
me echaron para tirar,
pero con violencia tanta
que para sentar la planta
apenas me dan lugar.
4ª ESTACIÓN

Camino, y todo obediente
al precepto de mi padre,
cuando se me pone en frente
rompiendo por tanta gente
mi desconsolada Madre.
En este paso colige
Que cuando la vi venir,
“vuélvete Madre, la dije
que tu pena más me aflige
que el saber voy a morir”.

5ª ESTACIÓN

En esta jornada larga
tan fatigado me veo,
que en aflicción tan amarga,
me ayuda a llevar la carga
alquilando a Cirineo.
No lo hace por caridad
al peso con que me inclino,
si no llenos de impiedad,
porque teme su crueldad
quede muerto en el camino.
6ª ESTACIÓN

Con la fatiga y calor
me veía desfallecer
cuando movida a dolor
limpió a mi rostro el sudor
una piadosa mujer.
A tal estado he venido
que con ser cielo sereno,
me hallo tan oscurecido
que sólo soy conocido
por llamarme Nazareno.

7ª ESTACIÓN

Caí ¡oh qué desconsuelo!
al salir de la ciudad,
me levantaron del suelo
tirando de barba y pelo
con fiera inhumanidad.
A violencia de empellones
a caminar me precisan,
y entre injurias y baldones,
metido entre dos ladrones,
todos me arrastran y pisan.
8ª ESTACIÓN

De unas mujeres oí
unos ¡ayes! lastimados
pero las correspondí
diciéndolas que por sí
llorasen por sus pecados.
Si por las culpas ajenas
esto se ejecuta en mí,
más crueles serán las penas,
de horror y de espanto llenas,
que padecerás por ti.

9ª ESTACIÓN

La gravedad del pecado
en la cruz tanto pesó,
que rendido y fatigado,
del todo ya desmayado,
en el suelo me postró.
Al quererme levantar,
como la fuerza era poca,
caí, para más penar,
tan recio que vine a dar
en la tierra con la boca.
10ª ESTACIÓN

Llegué al monte sin aliento,
sin poderme ya tener,
desnúdanme desatentos
y doblando mis tormentos,
vinagre me hacen beber.
¡Qué vergüenza, qué pudor!
contempla, parecería,
puesto del frío al rigor,
para concurso mayor,
desnudo al medio del día.

11ª ESTACIÓN

Los más impíos y tiranos,
impelidos del furor,
más que tigres inhumanos,
me clavan e pies y manos
cual si fuera un malhechor.
Después de fatigas tantas
un palo mi cama fue,
de sólo el ancho de un pie
y de largo más de tres
donde el cuerpo se quebranta.
12ª ESTACIÓN

Ya que en la cruz me clavaron,
inhumanos y crueles
en alto me levantaron
ya con lanzas los soldados,
ya verdugos con cordeles.
Mírame entre tierra y cielo
de tres escarpias pendiente,
tiembla de dolor el suelo,
rásgase del templo el velo
y el hombre no se arrepiente.

13ª ESTACIÓN

Por tres horas bien cumplidas
el aliento me duró
hasta que por las heridas
mortales y repetidas
el alma se despidió.
Ya era sombra todo el mundo,
muerta ya su bella luz,
cuando con llanto profundo
aquel cuerpo sin segundo
fue bajado de la cruz.
14ª ESTACIÓN

En la última viniste,
contempla aquí con piedad
a mi Madre la más triste,
que jamás verás ni viste
llorando su soledad.
No te ausentes alma mía,
ponte en silencio a escuchar
los lamentos de María
que sobre la losa fría
del sepulcro va a llevar.
Alma pues que en mi pasión
me has acompañado fiel,
de tus culpas el perdón
espera tu salvación
por siempre jamás, amén.

Lágrimas de corazón
de puro dolor lloremos
para que todos logremos
los frutos de la pasión,
lágrimas de corazón.

FIN

Ahi os queda el Clavario Grande para todos aquellos que tengaís interés en recordarlo, y para los que no lo sepais.
un saludo