Manuel, mañana, cuando el sol se asome, coge el camino, cruza el valle y desde lo alto del cerro, echa una mirada al pueblo que te vio nacer y en el fresco de la mañana, bébete junto a tus lágrimas, el purísimo color azul que tiene el cielo, y ese aroma de vida que nace en el valle y, borracho de ellos, guárdalos en lo más hondo de tu alma, para poder echar mano de ellos cuando las fuerzas flojeen, dile adiós a los pájaros y a los árboles y vete, la mente en blanco y el alma en paz.
No todo ha cambiado, Manuel, Él sigue igual, siempre a tu lado y siempre esperando.
Cuando la vida te mostró su lado feo, triste y duro, Él estaba allí y te dio fuerzas para seguir.
Cuando tus vástagos echaron raíz, Él, Él estaba allá a tu lado, sonriéndote, eran momentos felices.
Ahora, Él está también contigo, a tu lado, acompañando tu llanto. Tú lloras porque una ilusión, un proyecto, tus deseos, no se han visto reconocidos, pero sabes acaso que pintas tú en Su proyecto?
La vida, a veces larga, a veces corta, siempre tiene un motivo, una misión para quien la vive. Jamás, Manuel, tú lo sabes, jamás nadie sabe el porqué en su vida ocurren cosas tan sin sentido, tan no deseadas, solamente en algún momento alguien muy privilegiado mirando hacia atrás, consigue ver una parte del resultado de algunas cosas que en su día sucedieron y le hicieron daño en el cuerpo y más en el alma.
Manuel, el pueblo que tu añoras ya no está, en su lugar siguen las casas, pero ya no son como antes, la vida que antes se desbordaba de sus paredes, ahora está quieta, pasiva, temerosa de ser vista. Triste, sí, pero así es.
Vuelve, Manuel al sitio donde dejaste tu juventud; allí tú sabes que en el hogar hay ceniza que conserva el fuego de la vida, de tú vida, y los recuerdos, las añoranzas, guárdalas en un jarrón y colócalo encima de....
No todo ha cambiado, Manuel, Él sigue igual, siempre a tu lado y siempre esperando.
Cuando la vida te mostró su lado feo, triste y duro, Él estaba allí y te dio fuerzas para seguir.
Cuando tus vástagos echaron raíz, Él, Él estaba allá a tu lado, sonriéndote, eran momentos felices.
Ahora, Él está también contigo, a tu lado, acompañando tu llanto. Tú lloras porque una ilusión, un proyecto, tus deseos, no se han visto reconocidos, pero sabes acaso que pintas tú en Su proyecto?
La vida, a veces larga, a veces corta, siempre tiene un motivo, una misión para quien la vive. Jamás, Manuel, tú lo sabes, jamás nadie sabe el porqué en su vida ocurren cosas tan sin sentido, tan no deseadas, solamente en algún momento alguien muy privilegiado mirando hacia atrás, consigue ver una parte del resultado de algunas cosas que en su día sucedieron y le hicieron daño en el cuerpo y más en el alma.
Manuel, el pueblo que tu añoras ya no está, en su lugar siguen las casas, pero ya no son como antes, la vida que antes se desbordaba de sus paredes, ahora está quieta, pasiva, temerosa de ser vista. Triste, sí, pero así es.
Vuelve, Manuel al sitio donde dejaste tu juventud; allí tú sabes que en el hogar hay ceniza que conserva el fuego de la vida, de tú vida, y los recuerdos, las añoranzas, guárdalas en un jarrón y colócalo encima de....