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SANTA CRISTINA DE VALMADRIGAL: La calle en sombra, mediada la tarde, las casas cerradas,...

La calle en sombra, mediada la tarde, las casas cerradas, el silencio se escucha en la foto que aunque nada nos cuenta, arrastra la pena del pueblo que pierde a su gente, y su alegría, plácida y serena se vive o se inventa en la solanada de la calleja. La cantera perdió la gatera, camino más corto para llegar a misa cuando ya termina que usaban los mozos como señal de hombría y rebelión contra las normas que les imponían.
La cantera- baya terraplen de huesos que duermen la paz del camenterio- escenario de charlas y comenterios a la salida de misa y control de las mozas que en corros charlan mientras se escapan miradas furtivas que no pasan desapercividas y que son señales muchas veces de citas para más tarde, que las miradas dicen más que las palabras. Cada grupo se pone en una u otra esquina según convenga, en ésta los mozos, que se exhiben y controlan, en la otra la gente más vieja que se pone al sol y se calienta, mientras mira el campo que ya verdea y planea si será buena la cosecha o si tendremos buen año de caza, si ya cria la perdiz y la liebre....... antes si que había liebres y el galgo de... como corría y al segundo corte, zas, en la boca. Eh'' y no había quien se la quitara, la liebre al amo, donde estubiera. Y la gente menuda, muchachada inquieta, poniendo la oreja con la boca abierta, que el tio Gildo y el tio Herminio ya cuentan otra de sus historias y entre cigarro y cascajo pasan las horas. Los juegos se extienden por toda la cantera que es mañana de domingo de casi primavera y a la puerta de Severino ya poca gente queda. Los que formaban corros ya decidieron ir a la bodega, unos al las del centro, otros a Degaña y otros saliren para Gallegos. Solo quedan los niños que juegan, algunas mujeres y pocos viejos que recuerdan otros tiempos que algunos dicen que fueron buenos.
Cuantos recuerdos acuden a la memoria con la mirada de una fotografía, cuantas caras, cuantos nombres, que olores, que colores y ese azul inmenso y transparente de aquel cielo y el aire, limpio, frío y seco y ese Dios que habitaba dentro del templo. Com EL os dejo, con EL me voy que tengo sueño y mañana..... No te apures que mañana todábía no ha llegado. Adios y deja que tu corazón sea su templo.