SANTA CRISTINA DE VALMADRIGAL: Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra...

Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra gente, la gente.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan hecho de hierro, son poco duros, habrá de convertirlos en acero.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Rogelio, me encanta tu prosa, si es tuya mejor aún, porque me agrada que siendo gente de pueblo, vuelvas, y escribas y recuerdes y describas tan bien y con los vocablos justos lo que sucedia dentro, mostrando el paisaje perfecto.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.