Y estaba solo. Solo entre tanta gente, su gente, otra gente, la gente.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan hecho de hierro, son poco duros, habrá de convertirlos en acero.
Y se entrenaba en los momentos duros, muy duros. Se acostumbraba a no esperar nada. Nada espera de casi nadie, pero hoy, hoy ha sido... hoy ha sido otro día más. Hoy ha llamado a una puerta y se escuchó una voz que decía: si ya voy...
y esperó, y esperó, y esperó. Y nadie, nadie abrió la puerta.
Y no esperaba nada de nadie, pero estaba triste, muy triste...
Le faltaba entrenamiento, aunque los músculos del corazón ya se hayan hecho de hierro, son poco duros, habrá de convertirlos en acero.
Rogelio, me encanta tu prosa, si es tuya mejor aún, porque me agrada que siendo gente de pueblo, vuelvas, y escribas y recuerdes y describas tan bien y con los vocablos justos lo que sucedia dentro, mostrando el paisaje perfecto.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.
Es una prosa cuasi poética, y disfrutas al leer. Continúa escribiendo más de uno te lo agradecerá.
GRACIAS POR ESTE RATO.
Gracias por la lisonja. Gracias por haberte hecho presente y por acompañar en esta página que la gente del pueblo ha abandonado, y aunque sé que la visitan, callan. Contaré hoy una lisonja de hace algún tiempo " quién será ese cabronazo...?" silencio. Fue un buen momento.
En lo de "siendo de pueblo" diré, y digo, que solo los que tenemos ese privilegio, sabemos lo importante que puede ser conocer también la ciudad, la pequeña y la grande, y olvidarla.
Gracias por pasar por mi puerta, felicidad, intentaré atraparte.
En lo de "siendo de pueblo" diré, y digo, que solo los que tenemos ese privilegio, sabemos lo importante que puede ser conocer también la ciudad, la pequeña y la grande, y olvidarla.
Gracias por pasar por mi puerta, felicidad, intentaré atraparte.
No te quejes, en mi pueblo y está al ladito del tuyo, podríamos ir andando, yo estoy bien sola. Nadie escribe, entran y salen de puntillas, y aquí sí que no hay huellas que valgan, son realmente invisibles, opodríamos añadir, más -ibles, pero el respeto a la libertad es lo más grande que como personas podemos regalarnos recíprocamente. Ah, lo de pasar por tu puerta, que bonita metáfora. Por la mía tambien ha pasado e intento como tú atraparla, tenemos derecho a ser felices y que nada de lo que hagan o dejen de hacer los otros pueda con nuestra felicidad. Soy de los Barrios, el más bonito para mi San Justo.