SANTA CRISTINA DE VALMADRIGAL: A SANTA CRISTINA...

A SANTA CRISTINA

Por la calle de mis recuerdos van viniendo mis amigos de los cinco, de los seis y hasta de los diecisiete. La procesión de Santa Cristina, día de fiesta grande, por las calles barridas y a trozos regadas transcurre la procesión, al frente los faroles, de velas apagadas y la cruz de plata, después el pendón de la cofradía, al poco el cura escoltado por dos monaguillos y después, después La Santa, LA PATRONA, en sus andas portadas por las muchachas, a los lados la gente del pueblo, primero los hombres y los niños, después niñas y mujeres y todo el pueblo formando el cortejo en grupo, revueltas ya las edades y los sexos cantando los salmos, cantando los rezos, unos rogando, otros agradeciendo los favores recibidos de la PATRONA, que a ella acudieron en malos momentos, quizá de salud precaria.

Un sol de fuego cae sin compasión sobre el pueblo; es veinticuatro de julio, medio día, la misa se hace tarde para que los labradores puedan aprovechar la mañana, que es tiempo de siega, pero el sol que reseca la mies también quema la cerviz del hombre que procesiona a su patrona, y mas si contra su costumbre y por que así lo dicen las normas del respeto, hoy, va descubierto. Vamos llegando ya a la iglesia, se apresura el paso buscando la sombra, ah que fresquito y que termine pronto la misa que con tanta gente pronto sudaremos también aquí dentro.

Terminó, a la salida los comentarios sobre el tiempo, terminaste de segar? Mariano.... aquella tierra estaba muy buena, tenía grano.. bueno pues qué te voy a decir la tuya de Valdegorrón Emiliano, y el roto de la Vega está tan espeso que se para la máquina etc etc, los saludos a los forasteros, que siempre hubo alguno, (hijos pródigos que hoy, por la patona, han vuelto al pueblo) y tras un pequeño receso otra vez pensando en lo de siempre, el campo, la siega, la trilla, en fin, la cosecha que el año es muy largo y es el momento de hacerla. Es la maldición del labrador, no hay tiempo para celebraciones, siempre luchando contra el reloj. Años de mil novecientos sesenta y....

Después un ratito a la bodega, poco que ya es tarde pero hay que llevar el vino fresco para la comida que tenemos forasteros y por la tarde tras un simulacro de siesta volver al campo que el trabajo espera y no se hace solo, hay que terminar la siega sino para la fiesta no habremos terminado de trillar y si para Nuestra Señora no has terminado de trillar ya refresca y cuesta dos días hacer una trilla.

Hoy las cosas son diferentes, las prisas del campo se han terminado, los forasteros en Casa Mayre haciendo el vermu, saludos, sonrisas, recuerdos, reencuentros y los que estamos lejos todo esto sólo lo tenemos en el pensamiento.

Salve PATRONA y sálvanos TU del olvido de los nuestros, que nosotros tenemos ya las raíces al sol, casi secas, que sólo las queda un poquito de tierra, la que retenemos en nuestros recuerdos. Hoy, en Tu día, te ofrecemos como presente lo que queda de nuestros sueños, tantos rotos en pingajos esparcidos por el tiempo, y, un ruego: Ayuda a aquellos que cuando marcharon, pensando en volver lo hicieron y hoy al otro lado de la esperanza secan sus lágrimas lejos, sin el aire, sin el sol, sin la tierra de su pueblo; dales el consuelo de poder volver aunque sea sólo un momento.
Salve, PATRONA, que este brindis de silencio vaya por los nuestros!