Vienen a verme de lejos. De otros tiempos.
No sé qué quieren decirme, ni qué haga.
Me llevan por el Cristo, pero sin ermita.
Era la plaza, blanca de piedra y arena después de una tormenta.
Una guadaña blanca y una cara descarnada.
Pasos leves, rumor de faldas.
La muerte por allí pasaba.
¿A quién queréis avisar, y de qué?
¿Qué queréis que haga?
Por la calle de la Amargura van saltando de los postigos los candados.
Si aún podéis, cerrad puertas y ventanos. Ella ya mandó su heraldo.
En la alta primavera, ¿quieres coger mi mano?
La noche me han traído el sabor de una hermosa canción.
Y me quiero ir al país del ayer, y escribir tu nombre con polvo de estrellas.
Pero la vida, la vida nuestra, ¿quién puede decidirla?
Amigos, gracias por vuestra visita.
No sé qué quieren decirme, ni qué haga.
Me llevan por el Cristo, pero sin ermita.
Era la plaza, blanca de piedra y arena después de una tormenta.
Una guadaña blanca y una cara descarnada.
Pasos leves, rumor de faldas.
La muerte por allí pasaba.
¿A quién queréis avisar, y de qué?
¿Qué queréis que haga?
Por la calle de la Amargura van saltando de los postigos los candados.
Si aún podéis, cerrad puertas y ventanos. Ella ya mandó su heraldo.
En la alta primavera, ¿quieres coger mi mano?
La noche me han traído el sabor de una hermosa canción.
Y me quiero ir al país del ayer, y escribir tu nombre con polvo de estrellas.
Pero la vida, la vida nuestra, ¿quién puede decidirla?
Amigos, gracias por vuestra visita.