La ciencia, como la vida, el presente y tantas cosas más, son solamente como un fugaz destello en el inmenso espejo que agita el azar.
Todos miramos en él, y lo que en él vislumbramos, verdad absoluta creemos.
De vez en vez, alguien se queda observando y recordando cosas que en él se reflejaron ayer.
Ojalá pronto sean muchos los que descubran como cambia todo según en él incida la luz.
El sol lleva ya un tiempo dedicado a secar lágrimas.
En la oscuridad de la noche que extiende el cabrón del 19, llena de frio y miedo, la distancia se crece, se cierran puertas, se cortan alas.
Alas que volaban por Navidad, reduciendo a cero esas distancias.
Ineptos gobernantes, cerrados nos quieren en nuestras casas; tristes, solos, lejanos...
No lloremos, no.
Jamás está solo aquel que tiene fe. ¿En Dios?
No, en él. En él y en los demás. Hombres somos, y algunos buenos encontraremos. Hay muchos.
A Dios dejémosle con cada quien, y que cada quien le llame con el nombre que más le guste. Es políglota y siempre atiende. No tiene horario.
Como el mío está a punto de nacer otra vez en Belén, quiero regalar a todos un poquito de esa luz, paz, alegría, amor, canción que nos trae otro año más.
Que a vuestros corazones llegue el espíritu de la navidad y que en ellos se quede y os acompañe, a los de lejos y solos, más.
Hoy he comido una pasta simple, sencilla, incluso barata, pero su sabor me transportó a los cálidos días agosteños de mi juventud primera. Calor, fiesta, amistades, parientes en visitas, sueños, primeros amores, orujo arreglado, amaneceres con el día ya muy empezado… ay…
U sorbito de orujo,
Puro……..
y
Cántame una nana. Cántamela bajito, en un susurro que llegue desde tu boca hasta mi alma……… pero,
A todos: FELIZ NAVIDAD
Todos miramos en él, y lo que en él vislumbramos, verdad absoluta creemos.
De vez en vez, alguien se queda observando y recordando cosas que en él se reflejaron ayer.
Ojalá pronto sean muchos los que descubran como cambia todo según en él incida la luz.
El sol lleva ya un tiempo dedicado a secar lágrimas.
En la oscuridad de la noche que extiende el cabrón del 19, llena de frio y miedo, la distancia se crece, se cierran puertas, se cortan alas.
Alas que volaban por Navidad, reduciendo a cero esas distancias.
Ineptos gobernantes, cerrados nos quieren en nuestras casas; tristes, solos, lejanos...
No lloremos, no.
Jamás está solo aquel que tiene fe. ¿En Dios?
No, en él. En él y en los demás. Hombres somos, y algunos buenos encontraremos. Hay muchos.
A Dios dejémosle con cada quien, y que cada quien le llame con el nombre que más le guste. Es políglota y siempre atiende. No tiene horario.
Como el mío está a punto de nacer otra vez en Belén, quiero regalar a todos un poquito de esa luz, paz, alegría, amor, canción que nos trae otro año más.
Que a vuestros corazones llegue el espíritu de la navidad y que en ellos se quede y os acompañe, a los de lejos y solos, más.
Hoy he comido una pasta simple, sencilla, incluso barata, pero su sabor me transportó a los cálidos días agosteños de mi juventud primera. Calor, fiesta, amistades, parientes en visitas, sueños, primeros amores, orujo arreglado, amaneceres con el día ya muy empezado… ay…
U sorbito de orujo,
Puro……..
y
Cántame una nana. Cántamela bajito, en un susurro que llegue desde tu boca hasta mi alma……… pero,
A todos: FELIZ NAVIDAD