Cuando a Rogelio lequemaba el hierro
con que esclavo la tierra le tenía,
buscaba en tentadora lejanía
una liberación para su encierro.
Dejaba el pueblo atrás, cruzaba el cerro,
y en senderos ya andados se perdía...
En tales escapadas, le seguía
la flaca arquitectura de su perro.
Un perro sin color, de pobre traza,
entre galgo y pastor de mala raza,
un perro humilde, sin pena ni gloria...
Un perro que lloraba en sus ladridos
y tenía en los ojos aprendidos
los pasos de Rogelio de memoria.
A. Q. B.
Cuánto cariño recibí de perros como ese.
con que esclavo la tierra le tenía,
buscaba en tentadora lejanía
una liberación para su encierro.
Dejaba el pueblo atrás, cruzaba el cerro,
y en senderos ya andados se perdía...
En tales escapadas, le seguía
la flaca arquitectura de su perro.
Un perro sin color, de pobre traza,
entre galgo y pastor de mala raza,
un perro humilde, sin pena ni gloria...
Un perro que lloraba en sus ladridos
y tenía en los ojos aprendidos
los pasos de Rogelio de memoria.
A. Q. B.
Cuánto cariño recibí de perros como ese.