Esta cabeza dura, vieja y dura, duele y duele.
Sigue y sigue cerrada a quienes a la puerta llaman.
El tiempo apremia, sí. Escasea.
Es verdad, sí, el tiempo escasea.
Según nuestro calendario, poco nos queda.
Pero, ¿quién sabe qué hay tras la ventana que se abre al despertar el día?
Misterios son de la vida.
¡Me cuesta tanto dejar que la vida fluya!
Esta puñetera manía mía de, (y con el mazo dando).
Siempre a Dios rogando.
Y sé que no se debe pedir ni rogar. Lo que importa ya te lo da.
Aunque tú no sepas ni por qué ni para qué, y quizá no lo sepas jamás.
Esta cabeza dura, vieja y dura, ¿cuándo dejará de pensar con miedo? ¿Cuándo te entregarás en los brazos del Amor Eterno?
Sigue y sigue cerrada a quienes a la puerta llaman.
El tiempo apremia, sí. Escasea.
Es verdad, sí, el tiempo escasea.
Según nuestro calendario, poco nos queda.
Pero, ¿quién sabe qué hay tras la ventana que se abre al despertar el día?
Misterios son de la vida.
¡Me cuesta tanto dejar que la vida fluya!
Esta puñetera manía mía de, (y con el mazo dando).
Siempre a Dios rogando.
Y sé que no se debe pedir ni rogar. Lo que importa ya te lo da.
Aunque tú no sepas ni por qué ni para qué, y quizá no lo sepas jamás.
Esta cabeza dura, vieja y dura, ¿cuándo dejará de pensar con miedo? ¿Cuándo te entregarás en los brazos del Amor Eterno?