Esta noche estoy triste.
Me han asaltado, en tropel, un montón de recuerdos y muchos más momentos de realidad.
Comentaba con Miguel, uno de mis queridos enemigos, los achaques que nos están asaltando la relativa tranquilidad y seguridad que nos da la jubilación.
Resulta que unos días atrás, el cuerpo le avisó que estaba llegando a una curva de la irreal carretera por la que circulamos, y que allí, se había de reducir la velocidad, para no salir despedido por la inercia, hacia el barranco hondo, donde espera el heraldo de la desdentada.
Nada nuevo bajo el sol
Todos los días ocurre, pero en otras casas, en la nuestra, tenemos las puertas cerradas para que nada altere nuestra soñada tranquilidad.
Idiota y falsa ensoñación.
Esta vida nuestra, es un círculo incompleto, en el que no recordamos el princi, pio y del que desconocemos el final. Perdón: el final lo conocemos, es la única certeza que nos acompaña siempre, es la fecha de llegada la que desconocemos.
¡Ay!
Estas noches de verano, calientes e insomnes, dan para pensar tanto… y la luna llena, colgada del cenit, se escurre de entre las nubes, y va iluminando la plaza con su luz de plata.
Me han asaltado, en tropel, un montón de recuerdos y muchos más momentos de realidad.
Comentaba con Miguel, uno de mis queridos enemigos, los achaques que nos están asaltando la relativa tranquilidad y seguridad que nos da la jubilación.
Resulta que unos días atrás, el cuerpo le avisó que estaba llegando a una curva de la irreal carretera por la que circulamos, y que allí, se había de reducir la velocidad, para no salir despedido por la inercia, hacia el barranco hondo, donde espera el heraldo de la desdentada.
Nada nuevo bajo el sol
Todos los días ocurre, pero en otras casas, en la nuestra, tenemos las puertas cerradas para que nada altere nuestra soñada tranquilidad.
Idiota y falsa ensoñación.
Esta vida nuestra, es un círculo incompleto, en el que no recordamos el princi, pio y del que desconocemos el final. Perdón: el final lo conocemos, es la única certeza que nos acompaña siempre, es la fecha de llegada la que desconocemos.
¡Ay!
Estas noches de verano, calientes e insomnes, dan para pensar tanto… y la luna llena, colgada del cenit, se escurre de entre las nubes, y va iluminando la plaza con su luz de plata.