LUCES, LUCES, todo luces, las que ponen para deslumbrarnos.
Caras sonrientes, poses buscadas, sonrisas de dentista, blancas, frías, finas.
Trajes de festejar, fotos para la familia, para engañar amigos, bolsillos vacíos, almas secas, como pellejos colgados a secar en un varal.
Tantos deseos buenos, deseados con palabras vacías, gastadas, tres frases hechas que no dicen nada. Nos espera un mañana impreciso, temeroso, oprimido, sin libertad de las palabras ni de las obras, abundantísima carne de hembras que dicen ser mujeres libres, pero esclavas perpetuas de sus miedos.
Esperando quedo la voz libre que suene fuerte y clara, nacida de un corazón sin miedo, capaz de llenar el espacio con sus ecos, despertar corazones dormidos y quitar temores viejos.
Quizá en este año que ya llama a la puerta, si no esos gritos, si escuchemos al menos, los primeros susurros de los vientos que arrastren este vacío de mentes y conciencias hacia el sitio donde viven los tiempos perdidos.
Vivir para ver, y para vivir, beber.
Bebamos pues.
Alcemos la copa para brindar por el 24, por la libertad, por la fe en la vida y por la vida nuestra, y coño, por qué no, porque me volváis a felicitar por estas fechas.
Salud amigos, salud y saludos.
Con los mejores deseos.
Rogelio.
Caras sonrientes, poses buscadas, sonrisas de dentista, blancas, frías, finas.
Trajes de festejar, fotos para la familia, para engañar amigos, bolsillos vacíos, almas secas, como pellejos colgados a secar en un varal.
Tantos deseos buenos, deseados con palabras vacías, gastadas, tres frases hechas que no dicen nada. Nos espera un mañana impreciso, temeroso, oprimido, sin libertad de las palabras ni de las obras, abundantísima carne de hembras que dicen ser mujeres libres, pero esclavas perpetuas de sus miedos.
Esperando quedo la voz libre que suene fuerte y clara, nacida de un corazón sin miedo, capaz de llenar el espacio con sus ecos, despertar corazones dormidos y quitar temores viejos.
Quizá en este año que ya llama a la puerta, si no esos gritos, si escuchemos al menos, los primeros susurros de los vientos que arrastren este vacío de mentes y conciencias hacia el sitio donde viven los tiempos perdidos.
Vivir para ver, y para vivir, beber.
Bebamos pues.
Alcemos la copa para brindar por el 24, por la libertad, por la fe en la vida y por la vida nuestra, y coño, por qué no, porque me volváis a felicitar por estas fechas.
Salud amigos, salud y saludos.
Con los mejores deseos.
Rogelio.