SANTA CRISTINA DE VALMADRIGAL: Ala, ya hemos vuelto a la niñez, casas de barro, pajares...

Ala, ya hemos vuelto a la niñez, casas de barro, pajares con los vocarones abiertos esperando la paja, el sol de fuego que cae en las procesiones, la vieja plaza del frontón, de tierra, con su olor peculiar de meriendas al sol y juegos de pelota mano a mano o por parejas y el sudor mezclado con el polvo y los juegos de los cartones o las chapas, al matuteo, las canicas, al castro las chicas o a la comba y que pena, se hace de noche y tenemos que marchar, ya no se ve; nos llaman las madres pero no hacemos caso, hay que estirar el tiempo un poco mas.
Y cuando íbamos a ver a Urbano como arreglaba los relojes, magia auténtica, había ruedas y engranes y después de tocar por allí y mover piezas diminutas los cerraba, los daba cuerda y eureka! se movían las agujas y marcaban números, que nos decían que eran las horas. Como si el tiempo fuera un número, a nosotros nos iban a engañar!. Y después a correr que viene Antón Pirulero y te coge de la oreja si te descuidas.
Y la fiesta de Nuestra Señora el baile en la plaza, el correr persiguiéndonos por entre las parejas que bailaban; el polvo, las luces, la música, la alegría de la gente del pueblo, el traje de fiesta y el día de San Roque el baile vermu en La Peña donde la gente joven bailaba las últimas canciones de Manolo Escobar que tocaba la orquesta o Chimín y el Botas y la gente a escote se compraba un melón o una Sandía y se lo comían en la Peña, a la sombra de los chopos, y había muchos forasteros, y nosotros, los pequeños, nos habíamos de conformar con mirar los pirulís y demás golosinas que llevaba Orencio, porque la propina ya la habíamos gastado hacía tanto, que ni nos recordábamos en qué.

Y, la foto de los chicos de la escuela, que recuerdos, los pequeños, los mayores, la maestra, el cura y el padre Sabino. Vaya trío. Y porqué falta el maestro?
Y los danzantes, el de la bota, el Guirria, el del tamboril y el dulzainero, y quiénes son las mozas? que no me suenan del pueblo.
Dioni, me has liado; me revolviste los recuerdos, los buenos y los malos, los días de fiesta y los de llantos, por los amigos olvidados, por los idos, que me estarán esperando y por esa Virgen de Gallegos, que sí, está trabajando.
Gracias, a ti y a Salaguer y a Máximo por esas fotos que retienen un momento, hermoso, echizado, de días de la Fiesta con la procesión, la luz, los rezos y los cánticos, el traje de fiesta y las campanas repicando, y el Guirria con sus lazos, y los danzantes en los pasos, y los faroles y la cruz precediendo a los estandartes y la fe de ese pueblo que sigue adelante.
Nos marchamos, nos fuimos, lo perdimos, lo dejamos y ahora lo añoramos y porque sabemos que el tren no pasará otra vez, lloramos; con Dios hermanos.