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SANTA MARIA DEL RIO: Los ‘anti-CO2’ deniegan a Endesa el permiso de paso...

Los ‘anti-CO2’ deniegan a Endesa el permiso de paso y frenan el estudio

El auditorio acoge mañana una mesa redonda en torno al Proyecto Compostilla

Los equipos subcontratados por Endesa se mantienen a la espera mientras se consiguen los permisos. CIUDEN

C. Domínguez / Sahagún
La negativa de algunos propietarios y juntas vecinales de la comarca de Sahagún a conceder los permisos necesarios para que, en el marco del Proyecto Compostilla, la empresa energética Endesa investigue si es posible o no almacenar bajo sus fincas dióxido de carbono (CO2) mantiene las labores bloqueadas. Esta actitud sería la respuesta de la población comarcal a la falta de información que existe sobre el proyecto y que ha acabado por suscitar todo tipo de sospechas en torno a las verdaderas intenciones de la eléctrica.
Ante este ‘levantamiento’ no previsto por la empresa, la multinacional se plantea ahora enmendar su error de no informar de acuerdo con las exigencias de los vecinos de la comarca e iniciará aquí una ronda de encuentros con los titulares de los terrenos afectados con la intención de disuadirles. Es más, mañana miércoles se celebrará en el auditorio municipal de Sahagún una mesa redonda con el Proyecto Compostilla como tema central.
Se hace necesario recordar que el Proyecto Compostilla (pionero en España e impulsado por la Ciudad de la Energía, Endesa y Foster Wheeler) persigue el desarrollo de las tecnologías necesarias para capturar y almacenar CO2 como medida para frenar el cambio climático. En este marco, la comarca de Sahagún jugaría un papel determinante, puesto que el subsuelo del sureste leonés (cuenca del Duero) es potencialmente válido para inyectar el gas y completar así el ciclo.
Pero la actitud de Endesa, acusada hasta la fecha por la opinión pública de haber entrado en la comarca ‘por la puerta de atrás’, sin dar la cara y sin concretar sus propósitos de forma clara y pública, (se creyó incluso que venían a buscar petróleo) ha puesto en pie de guerra a un sector de la población, los que ahora se niegan a permitir el paso de los equipos que vienen a investigar al sentirse ninguneados por el ‘gigante eléctrico’.
La multinacional, por su parte, que ahora entona el ‘mea culpa’, ha querido siempre dejar claro que su presencia se debe únicamente a un estudio, que es prematuro pensar que la comarca servirá finalmente como depósito de dióxido de carbono y que, en todo caso, más que una ‘condena’, la participación de la zona en el Proyecto Compostilla podría reportar grandes oportunidades económicas a largo plazo. Hay que considerar también que esta zona leonesa no es la única potencialmente válida como almacén y que, de no haber colaboración, del proyecto se podría trasladar a otros puntos de España.
La investigación
El objetivo principal de esta polémica campaña, que dio sus primeros pasos el año pasado sin ningún problema, persigue “únicamente estudiar, investigar y caracterizar formaciones geológicas para evaluar si es posible almacenar CO2 en ellas a largo plazo y en condiciones de máxima seguridad”.
Esta caracterización (tridimensional) consistiría, muy a grandes rasgos, en la realización de una especie de ecografía continua del subsuelo, no agresiva y, por tanto, inocua para el terreno. “Se trata de conocer las características del subsuelo a gran profundidad definiendo la geometría y dimensiones de las estructuras geológicas. Además, todos los trabajaos están siendo controlados por Bruselas”, indicaron recientemente fuentes de la multinacional, que empleará para ello “tecnólogos de primer nivel mundial”.