Esta foto, mas adelante, la podreis ver mejor.

Esta ampliada mas adelante, con lo cual, la podreis ver mejor.

Esta foto esta ampliada mas adelante, con lo cual, se ve mucho mejor.

Y ella, tan señorial en su plaza, alberga la Joya del pueblo, su patrona LA INMACULADA.

Desde el otro lado del Rio Moro, que bonito se ve el pueblo, y es que parecen tres distintos, separados sus barrios por huertos y prados.

Aqui esta el barrio arriba, donde iban los chiquillos a la escuela (cuando estaba abierta) la de Don Eulogio, y donde en sus lavaderos, de pequeños cogiamos renacuajos, y esa fuente, cuanta sed nos ha quitado.

Esta es otra prespectiva del pueblo desde la torre de su iglesia, pena que sea en invierno, aunque se puede respirar la tranquilidad que da pasear por sus calles.

Espero que por medio de esta foto, podais ver mejor la calle de la Iglesia en su tramo final, como tambien, se divisan los campos del otro lado de la carretera, donde sus gentes sembraban los cereales que antiguamente, lo hacian mas que ahora.

A Esta Virgen tan bonita, de talla morena, las gentes de Palazuelo la tienen como Patrona, Su Preciosa INMACULADA.

Desde niños comprendemos, lo que significas MADRE, te seguimos despacito, paso a paso por tus calles. Seguimos a tu estandarte, como lo hicieron los padres, y esperamos estar siempre, a tu lado y no olvidarte.

Desde lo alto la llaman, las campanas con su TIN-TAN, el pueblo esta esperando, a que ELLA salga ya.

Que es en Mayo, madre, cuando hace la calor, cuando la Virgen Bendita, pasea por Palazuelo. LLevan ellas su estandarte, abriendo la procesion, y todo el pueblo la reza, con muchisima devoción.

A esta torre que cobija, las gentes del pueblo calladas, memorias de antepasados, que siempre seran recordadas. Cuando ya al atardecer, te da el sol en tus campanas, vuela la cigueña a ti, en lo alto esta su casa.

Barrio arriba, con tu fuente de agua rica, tu poza donde cogiamos ranas y tus peñas donde al sol, se sentaban los crios en los recreos, cuando aun habia escuela, la de Don Eulogio.
¡¡QUE FELICES TIEMPOS AQUELLOS!!

Desde ese rio Moro, que en su dia albergo muchos cangrejos autoctonos, y que da de beber con sus aguas (pocas) a los prados que le bordean, se ve el pueblo como empinado, con sus casas alineadas, y sus huertos entre ellas.