Algunos tenemos esa necesidad de recordar todos los cambios, podríamos decir radicales de la vida de la niñez, donode se susistía con lo rudimentario, como la luz con el cándil, sin
agua en las
casas etc...... y para ello han quedado escondidos sudores y esfuerzos grandes en estas tierras que tan bien conocimos. Ahora casi han quedado para residencias veraniegas pero el alma,
costumbres, su personalidad, siguen ahí. Sin la esencia de antaño, sus moradores son diferentes, la vida ya nada tiene que
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