Asi llamábamos en mi
pueblo una modalidad de lucha como la leonesa y la canaria, noble; en la que no se golpeaba ni se hería y solo se trataba de demostrar mas fuerza que el contrario, desestabilizándolo y poniendolo de espaldas contra el suelo. Si alguien reconoce al que se le ve la cara, ya no vive, pero yo tengo muy buenos fecuerdos de él, desde mi infancia. Fidel de
Senra.