Como no sabía que Nieves ni ninguno de sus hijos participase en nuestro
Foro, me he permitido volver a llamarla para hacerla llegar los
mensajes de afecto y pena de todos los que conocían a su hijo, para ella y toda la
familia. Pobre Nieves!. Siempre he oido decir que no existe dolor en la vida como el de tener que enterrar a un hijo. No existe comsuelo. Quizás, para los que tianen fe, está la oración, aunque ahora se use menos. Yo ruego a los creyentes que pueda haber entre nosotros, que rueguen
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