Aquí anda-vamos por la peña yo y un par de
amigos y nuestros perros dando un garbeo mucho antes de que se restituyesen los accesos y se desbrozasen los
caminos. Ahora este
santuario que es la Peña de
Sésamo es menos santuario, ya que ahora la gente puede acceder a el sin conocer los
senderos que al conducían, y sin esfuerzo.