Al contemplar La Cabrera,
siento que mi alma exclama:
Bendita tierra que guardas
el aire de la sierra
que aacaricia esas montañas,
que están tan cerca del cielo,
donde Santa Elena tiene su altar
y va la devoción a rezar.
Silván es el pueblo
donde la sangre de mi abuelo
va corriendo sin cesar,
pués Gerardo Prada Arias,
padre de Manuel Y Nemesio,
en Lomba sus hijos nacieron
y han llegado hasta Silván,
Por eso este Anselmo Prada
que con tanto amor os habla
os envía sus recuerdos
por medio de estos versos,
hermanos de los que le dediqué
a Santa Elena bendita
cuando fuí a visitar su Ermita.
Abrazos de vuestro amigo Anselmo de Casaio
siento que mi alma exclama:
Bendita tierra que guardas
el aire de la sierra
que aacaricia esas montañas,
que están tan cerca del cielo,
donde Santa Elena tiene su altar
y va la devoción a rezar.
Silván es el pueblo
donde la sangre de mi abuelo
va corriendo sin cesar,
pués Gerardo Prada Arias,
padre de Manuel Y Nemesio,
en Lomba sus hijos nacieron
y han llegado hasta Silván,
Por eso este Anselmo Prada
que con tanto amor os habla
os envía sus recuerdos
por medio de estos versos,
hermanos de los que le dediqué
a Santa Elena bendita
cuando fuí a visitar su Ermita.
Abrazos de vuestro amigo Anselmo de Casaio