Querido y apreciado Antonio: Muchísimas gracias por acordarte de mí y por ese bello poema que me ha confortado enormemente y de una exquisita compostura. Te lo agradezco de todo corazón. No sabía que habías conocido a mi padre Enrique. Aquí estoy a tu disposición para cuánto necesites y será para mí un verdadero placer atenderte en lo que precises. Socil es el pueblo de mis antepasados por la rama materna que después se trasladaron al Castillo.
Omaña, cómo enamoras
vestida de mil colores,
adornada...