INAUGURACION DE ALUMBRADO Y PANEL.- PUENTE DEL MERCADILLO
Es difícil concebir Sorriba sin el Mercadillo; Sorriba y el Mercadillo han estado unidos desde su principio por este puente. Es una construcción emblemática y digna de admiración para quien se acerca a contemplarlo; sin duda alguna si Sorriba presentase un escudo, aparte del titulo de “ villa realenga “, y la corona de Fernando III que le concedió este titulo en las cortes de Benavente del año 1230, tendría que aparecer en él, el puente del Mercadillo.
Aunque en alguna ocasión se ha tratado de deshacer este binomio Sorriba-Mercadillo, posando la propiedad del puente a otro municipio, caso del cercano Modino, porque este municipio sobresalió en cuanto a preponderancia y prestigio, pues en él quedo establecido el servicio de “juez y horca “, y ser cabeza del concejo de su nombre, los datos históricos nos indican que EL Mercadillo no perteneció nunca al concejo de Modino sino al de Rivesla. Además, Baltasar Álvarez de Acebedo, administrador real, ordena disposición por poder real de rentas, herencias y apremios en el lugar llamado Mercadillo, perteneciente a la villa de Sorriba.
El origen del puente está en el paso de las legiones romanas; para facilitar el paso de las tropas de Augusto, y someter los últimos reductos celtas, los ingenieros imperiales construyeron una calzada de la que aún quedan vestigios al adentrarnos en la montaña; la manera de vadear el caudaloso Astura, actual Esla, fue construir una pontona que después de varias restauraciones y reestructuraciones se ha convertido en lo que ahora vemos.
El puente del Mercadillo, fue durante muchos años el único desde Mansilla; en el año 1238 la abadesa de Gradefes, hace mención al espacio “ E LA PUENTE DE MANSILIA ASTA E LA PUENTE DE MERCADIELLO”. También el registro del servicio parroquial de León, indica que el servicio religioso en Modino debía hacerse desde “Subripa” y no desde “Villaagnes” (Vidanes), por no poder atravesar el rio.
Mercadillo, es casi verdad de “Perogrullo” decir que proviene de mercado a través del vocablo latino “mercatus”; y efectivamente esta circunstancia lo que facilitó su existencia; en el año 1020 ya se hace referencia mercantil a León, Astorga, Almanza, “Mansilia” y “Mercadiello”.
En un principio el mercadeo se hizo a través de intercambio, es decir animales por aperos, lana de los batanes que había al lado del rio por utensilios, etc…. con el tiempo el rey Alfonso VIII acuña moneda y también en el año 1238 aparece por primera vez el registro de ventas por cien morabetinos.
Es indiscutible que el puente facilito el comercio, pues facilitó la llegada de los mercaderes.
Esta realidad tocó a su fin en 1894, cuando el mercado pasa a celebrarse en Sorriba los sábados; igualmente la feria de Santa Catalina de la que Madoz hace referencia se traslada con la misma fecha a Sorriba, hasta que en 1904, ambos mercado y feria se trasladan a Cistierna donde continúan en activo hasta el día de hoy.
El Mercadillo careció de soporte agrícola y ganadero, y solo tuvo un pequeño apoyo forestal, por eso cuando el efecto comercial perdió fuerza se fue desintegrando hasta ser hoy día un despoblado.
A través de su larga historia el Puente del Mercadillo ha sido testigo del caminar milenario de los romanos, del acceso de los visigodos para hacerse con la vega de Sorriba debido a su carácter eminentemente agrícola, a las “razzias” de el caudillo árabe Almanzor….. sin embargo ha sido el comercio y el peregrinaje el que le ha dado prestigio y mantenido en pie.
Las rutas jacobeas, mantuvieron siempre algunos caracteres comunes que les identificaban: el experto en estas vías y profesor emérito de la Universidad de Barcelona, JOSE FERNANDEZ ARENAS, indica entre ellas las vírgenes peregrinas y las advocaciones a Santiago, amen de hospitales para peregrinos y caminantes que se establecían en las proximidades de los puentes y eran atendidos por los “pontoneros”; así en Carbajal de Rueda encontramos una imagen de la Virgen Peregrina y la localidad de Villanofar esta bajo la protección de Santiago Matamoros.
La Ruta Vadiniense, a cuya asociación tengo el gusto de pertenecer, la ruta que desde Santo Toribio de Liebana, después de visitar el “LIGNUM CRUCIS”, atravesaba los Picos e Europa pasaba por este puente; como prueba también muy convincente está la evidencia histórica de la existencia de el Hospital de San Bernabé y Santa Catalina, del que todavía resiste un trozo de muro a pocos metros del puente, y la imagen de Santa Catalina en uno de los retablos laterales de la iglesia de Sorriba.
Sobre este Hospital aparece una información en el libro de “Monterías” del rey Alfonso XI donde habla que cerca de la Iglesia de Santa María en la vega, junto al puente del “rio grande”; hay un hospital, dice, para refugio de los caminantes que van a Santiago de Galicia. De paso podemos decir que la iglesia de Santa María a la que hace referencia el rey castellano bien pudiera ser la actual ermita de la Virgen de La Vega, que es difícil que nos confundamos si decimos que fue la iglesia parroquial de un poblado desaparecido llamado SANTA MARIA DE LA VEGA.
El puente ha sufrido reparaciones y trasformaciones, unas como consecuencia del deterioro que producen sus muchos años, y las bravas embestidas de este viejo rio; en otros casos adaptándolos para mejor resistir estos embates y acomodar su uso a las circunstancias, en todo caso aparece una presencia románica a la que hace efecto su última adaptación.
Ahora volvamos la vista atrás, nativos, habitantes de Sorriba, a lo lejos se vislumbra el macizo de Peñacorada, justo detrás de nosotros, nuestra vega, pero aquí delante de nosotros está nuestro puente…nuestro tesoro….. permitirme que os trasmita las palabras escritas con aire medieval por el poeta leonés Florentino Agustín Diez González
Fuyeron los sus mocines,
Y una voce bien parlera
Os canta: Fiyos, volvedes
Que aquí tenemos facienda.
Que aquí SORRIBA sospira,
sospiros de mucha pena;
amorosa en el regazo,
como de madre muy llena
que encrece bien la esperanza
y encrecera la despensa.
Por lo tanto, sorribeños, ayudemos a conservar, esta joya, ayudando a que la conozcan. No me queda mas que agradecer en nombre de la asociación Ruta Vadiniense, y en el mío propio la asistencia de todos ustedes aquí y el apoyo de la junta vecinal de la VILLA REALENGA DE SORRIBA; y a los que pasan por este puente en camino a Compostela para visitar al Patrón de las Españas, las palabras de rigor:
UTREIA
BUEN CAMINO
Es difícil concebir Sorriba sin el Mercadillo; Sorriba y el Mercadillo han estado unidos desde su principio por este puente. Es una construcción emblemática y digna de admiración para quien se acerca a contemplarlo; sin duda alguna si Sorriba presentase un escudo, aparte del titulo de “ villa realenga “, y la corona de Fernando III que le concedió este titulo en las cortes de Benavente del año 1230, tendría que aparecer en él, el puente del Mercadillo.
Aunque en alguna ocasión se ha tratado de deshacer este binomio Sorriba-Mercadillo, posando la propiedad del puente a otro municipio, caso del cercano Modino, porque este municipio sobresalió en cuanto a preponderancia y prestigio, pues en él quedo establecido el servicio de “juez y horca “, y ser cabeza del concejo de su nombre, los datos históricos nos indican que EL Mercadillo no perteneció nunca al concejo de Modino sino al de Rivesla. Además, Baltasar Álvarez de Acebedo, administrador real, ordena disposición por poder real de rentas, herencias y apremios en el lugar llamado Mercadillo, perteneciente a la villa de Sorriba.
El origen del puente está en el paso de las legiones romanas; para facilitar el paso de las tropas de Augusto, y someter los últimos reductos celtas, los ingenieros imperiales construyeron una calzada de la que aún quedan vestigios al adentrarnos en la montaña; la manera de vadear el caudaloso Astura, actual Esla, fue construir una pontona que después de varias restauraciones y reestructuraciones se ha convertido en lo que ahora vemos.
El puente del Mercadillo, fue durante muchos años el único desde Mansilla; en el año 1238 la abadesa de Gradefes, hace mención al espacio “ E LA PUENTE DE MANSILIA ASTA E LA PUENTE DE MERCADIELLO”. También el registro del servicio parroquial de León, indica que el servicio religioso en Modino debía hacerse desde “Subripa” y no desde “Villaagnes” (Vidanes), por no poder atravesar el rio.
Mercadillo, es casi verdad de “Perogrullo” decir que proviene de mercado a través del vocablo latino “mercatus”; y efectivamente esta circunstancia lo que facilitó su existencia; en el año 1020 ya se hace referencia mercantil a León, Astorga, Almanza, “Mansilia” y “Mercadiello”.
En un principio el mercadeo se hizo a través de intercambio, es decir animales por aperos, lana de los batanes que había al lado del rio por utensilios, etc…. con el tiempo el rey Alfonso VIII acuña moneda y también en el año 1238 aparece por primera vez el registro de ventas por cien morabetinos.
Es indiscutible que el puente facilito el comercio, pues facilitó la llegada de los mercaderes.
Esta realidad tocó a su fin en 1894, cuando el mercado pasa a celebrarse en Sorriba los sábados; igualmente la feria de Santa Catalina de la que Madoz hace referencia se traslada con la misma fecha a Sorriba, hasta que en 1904, ambos mercado y feria se trasladan a Cistierna donde continúan en activo hasta el día de hoy.
El Mercadillo careció de soporte agrícola y ganadero, y solo tuvo un pequeño apoyo forestal, por eso cuando el efecto comercial perdió fuerza se fue desintegrando hasta ser hoy día un despoblado.
A través de su larga historia el Puente del Mercadillo ha sido testigo del caminar milenario de los romanos, del acceso de los visigodos para hacerse con la vega de Sorriba debido a su carácter eminentemente agrícola, a las “razzias” de el caudillo árabe Almanzor….. sin embargo ha sido el comercio y el peregrinaje el que le ha dado prestigio y mantenido en pie.
Las rutas jacobeas, mantuvieron siempre algunos caracteres comunes que les identificaban: el experto en estas vías y profesor emérito de la Universidad de Barcelona, JOSE FERNANDEZ ARENAS, indica entre ellas las vírgenes peregrinas y las advocaciones a Santiago, amen de hospitales para peregrinos y caminantes que se establecían en las proximidades de los puentes y eran atendidos por los “pontoneros”; así en Carbajal de Rueda encontramos una imagen de la Virgen Peregrina y la localidad de Villanofar esta bajo la protección de Santiago Matamoros.
La Ruta Vadiniense, a cuya asociación tengo el gusto de pertenecer, la ruta que desde Santo Toribio de Liebana, después de visitar el “LIGNUM CRUCIS”, atravesaba los Picos e Europa pasaba por este puente; como prueba también muy convincente está la evidencia histórica de la existencia de el Hospital de San Bernabé y Santa Catalina, del que todavía resiste un trozo de muro a pocos metros del puente, y la imagen de Santa Catalina en uno de los retablos laterales de la iglesia de Sorriba.
Sobre este Hospital aparece una información en el libro de “Monterías” del rey Alfonso XI donde habla que cerca de la Iglesia de Santa María en la vega, junto al puente del “rio grande”; hay un hospital, dice, para refugio de los caminantes que van a Santiago de Galicia. De paso podemos decir que la iglesia de Santa María a la que hace referencia el rey castellano bien pudiera ser la actual ermita de la Virgen de La Vega, que es difícil que nos confundamos si decimos que fue la iglesia parroquial de un poblado desaparecido llamado SANTA MARIA DE LA VEGA.
El puente ha sufrido reparaciones y trasformaciones, unas como consecuencia del deterioro que producen sus muchos años, y las bravas embestidas de este viejo rio; en otros casos adaptándolos para mejor resistir estos embates y acomodar su uso a las circunstancias, en todo caso aparece una presencia románica a la que hace efecto su última adaptación.
Ahora volvamos la vista atrás, nativos, habitantes de Sorriba, a lo lejos se vislumbra el macizo de Peñacorada, justo detrás de nosotros, nuestra vega, pero aquí delante de nosotros está nuestro puente…nuestro tesoro….. permitirme que os trasmita las palabras escritas con aire medieval por el poeta leonés Florentino Agustín Diez González
Fuyeron los sus mocines,
Y una voce bien parlera
Os canta: Fiyos, volvedes
Que aquí tenemos facienda.
Que aquí SORRIBA sospira,
sospiros de mucha pena;
amorosa en el regazo,
como de madre muy llena
que encrece bien la esperanza
y encrecera la despensa.
Por lo tanto, sorribeños, ayudemos a conservar, esta joya, ayudando a que la conozcan. No me queda mas que agradecer en nombre de la asociación Ruta Vadiniense, y en el mío propio la asistencia de todos ustedes aquí y el apoyo de la junta vecinal de la VILLA REALENGA DE SORRIBA; y a los que pasan por este puente en camino a Compostela para visitar al Patrón de las Españas, las palabras de rigor:
UTREIA
BUEN CAMINO
¡Hombre, Santiago! Kudos por tus notas sobre Sub-ripa aunque más apropiadamente hubiera sido Ad-ripam como nuestros godos oriundos de Germania nombraban muchos de sus burgos (> am-Main). O ¿es que los primitivos rústicos habitáculos de ése estaban expuestos a las aguas del Astura?
Lo he leído con creciente interés y me ha sabido a poco, también he buscado en las fotos alguna del tan mentado puente, que seguramente he cruzado yendo a Modino, pero en su mayoría pertenecen al Valle o a otros aledaños. A ver si alguien nos le rinde ese honor.
Lo he leído con creciente interés y me ha sabido a poco, también he buscado en las fotos alguna del tan mentado puente, que seguramente he cruzado yendo a Modino, pero en su mayoría pertenecen al Valle o a otros aledaños. A ver si alguien nos le rinde ese honor.