Fue Salomé una gran mujer, digna de ser recordada por todos los que estuvimos en la Residencia de solteros y que ahora de viejos, disfrutamos del aprecio de sus hijas, Rosa y María Salomé, cuando a ese
Hostal llegamos y somos tan bien atendidos donde se come divinamente. Abrazos para vuestros padres de quien tanto os aprecia, Anselmo Prada.