Luz ahora: 0,13900 €/kWh

VAL DE SAN LORENZO: Cada determinado tiempo y para no perder las tradiciones...

Cada determinado tiempo y para no perder las tradiciones Castrillo es el lugar elegido para celebrar las bodas maragatas según los antiguos ritos. Pasamos a especificar los pasos que se llevan a cabo ara esta representación en que interviene todo el pueblo.

Los ritos de la boda maragata comienzan desde el momento en que se conoce el noviazgo, un rastro de paja molida une la casa de los novios una mañana de domingo de manera que todo el pueblo lo vea.

Se organiza una ronda para ir a cantar a la casa de la novia Los Mandamientos del Amor:

Los Mandamientos del amor te voy a contar paloma
Para que les des el sí y me lleves a la gloria.
El primer mandamiento, la primera cosa es amar
La primera novia que tuve nunca la podré olvidar.
El segundo no jurar, yo, en la vida he jurado
Sólo cuando estoy contigo palabras de contrabando
El tercero oir misa, nunca estoy con atención
Siempre estoy pensando en ti prenda de mi corazón.
El cuarto honrar padre y madre. Yo, el respeto lo perdí
El respeto y el cariño sólo te lo tengo a ti.
El quinto es no matar, a nadie he matado yo
El muerto soy yo señores, ella fue quien me mató.
Mocitas de los balcones retiraros para dentro
No hagáis pecar a los hombres en el sexto mandamiento.
El séptimo no hurtar. Yo no he robado a nadie.
Sólo robaré una niña si no me la dan sus padres.
El octavo no levantar falso testimonio a nadie
Como a mi me lo levanta la sobrina del alcalde.
El noveno no desear la mujer de otro marido
Que, si se llega a enterar, habrá palos y habrá tiros.
El décimo no codiciarlos bienes de otra mujer
Pues si se entera la tuya mucha leña iba a haber.
Estos diez mandamientos, niña se resumen en dos.
En querernos y en amarnos y vivir juntos los dos.

El último preámbulo es el pago de las cintas, derecho para las hijas del futuro matrimonio para danzar en la entrada del baile.

La mañana del día de la boda el tamborilero va de ronda con los muchachos del pueblo para avisar a todos. Se dirigen desde la casa del novio a la de la novia. Mientras el cortejo del novio con sus capas maragatas va a la iglesia en la casa de la novia, totalmente vacía se viste a la desposada por la madrina y las mozas. El padrino recoge a la novia junto con el tamborilero. El padre bendice a su hija de forma
solemne y parte con las mozas cantando en la comitiva y lanzando cohetes.
Al llegar a la iglesia la ceremonia se inicia en el pórtico donde el sacerdote recoge a los desposados y los introduce en la iglesia. Mientras se suceden los cantos comienza el desfile de los mazapanes o tartas nupciales. Las tartas se trocean y la gente se lleva los trozos sin tocarlos para comerlos al día siguiente.

Se desarrollan los votos y al final se hace la “Carrera del Bollo” El padrino lleva el trofeo por el que los mozos compiten. La competición consiste en tocar un enorme bollo de pan en forma de maragato izado en un palo compiten en cada carrera un mozo del pueblo con otro de un pueblo vecino hasta ir eliminando a todos en presencia de los novios y padrinos. Antiguamente el premio del interior del bollo era una onza de oro.

Sigue a esto el banquete nupcial y al caer la tarde el baile.