Los mozos, reunidos ante la casa de la boda y acompañados de sus castañuelas, siguen al tamboritero por las calles. El recorrido da comienzo con la traida del padrino para la casa del novio y de la madrina a la de la novia. Ahora todos han de vestirse con el traje maragato.
La madrina, con las mozas del caldo y el resto de las amigas de la novia, preparan celosamente el traje de esta última, empezando por la investidura de prendas, joyas y collares, a la próxima desposada, en la habitación de sus padres, en la que está el arca con todos los trajes recibidos en herencia. La madre y las hermanas del novio visten a éste y a su padre en la casa de este último, con los trajes maragatos sobre la colcha de la cama. Algunos convidaos, van rematando su aspecto por las habitaciones de la casa de los padres del novio.
El traje femenino, en el que todo debe quedar ajustado, consta de las siguientes prendas:
•Medias blancas de hilo de lino.
•Zarzalejo de lana.
•Rodo, rodao o manteo de paño fino y color negro.
•Cintas de seda con doble lazada.
•Mandil de rosel negro y bordado en hilo de oro, seda y felpilla y lentejuelas.
•Jubón de rosel negro brillante y orlado con puntilla blanca al cuello y puños.
•Pañoleta.
•Pañuelo del cuello, que cuelga en forma de pico y si es de casada se llama milcolores, por su gran cantidad de colores, y si es de soltera es un mantón de manila.
•Pañuelo de la cabeza de soltera.
•Bolsillo de terciopelo.
•Pañuelo de mano.
•Pendientes de plata.
•Collares o collarada.
•Joyel.
•Zapato negro, con punta de charol y refuerzo de tacón.
El traje masculino se compone de:
• Calcetines de lana.
•Camisa de hilo fino con botones de artesanía familiar y cosidos con hilo de lino.
•Bragas de rico merino (pantalones).
•Chaleco.
•Armilla sin cuello y con una pequeña aldeta.
•Calzones de paño, a modo de pantalón, llegando a cubrir casi todo el calzado con una especie de aleta hasta la punta, mientras que en la parte superior van sujetas por las ligas, que llevan visibles cartelas (con frases de amor, cariño y entrega).
•Botas de cuero negro.
•Cinturón, rematado con bordados de seda que la novia ha hecho y que contiene una leyenda significativa (normalmente de amor).
• Capa negra con esclavina, regalo de la novia.
•Sombrero maragato negro, ancho y con borlas de seda.
La bendición paterna
En el portal de la casa del novio, en presencia de toda la familia y del padrino, testigo de excepción, el novio fincao (puesto) de rodillas sobre un cobertor mullido de lana recibe la bendición de sus padres: “ ¡Echaime (echadme) la bendición, padres míos ¡” Los padres de pie y frente al novio le imponen las manos sobre su cabeza descubierta, diciendo: “Te damos nuestra bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Si el novio es de fuera la bendición la reciben ambos contrayentes en la casa de los padres de la novia, siguiendo el orden dispuesto tradicionalmente (primero el novio y luego la novia).
Inmediatamente el tamboril, la flauta y las castañuelas se empiezan a oír, al mismo tiempo que repican las campanas hasta la llegada de los novios a la puerta de la iglesia. La comitiva se dirige inmediatamente hasta la casa de la boda, que es la casa de los padres de la novia y en la que se degusta el almuerzo de los callos picantes y la chafaina, después de la alborada y antes de recoger a todos los invitados casa por casa con la música del tamboril.
En esta última se organiza un gran semicírculo en este orden:
•Los padres del novio, un poco adelantados, con el novio en medio.
•El coro de maragatas a la derecha junto a la jamba del portón.
•El grupo de maragatos con las castañuelas en simetría con las anteriores.
•El tamboritero, en el centro, pero detrás del novio.
Deja de oírse la música. El padre del novio camina hacia la puerta de la casa de los padres de la novia, que es la casa de la boda, dando tres golpes al picaporte. La puerta se entreabre: “ ¡Deo (doy) gracias ¡”. El padre de la novia, sin abandonar su casa, abre un poco más la puerta y contesta: “ ¡Pasen! ¡Adelante! “. Sigue el padre del novio: “Venimos a desempeñar la palabra dada”. A lo que contestan de nuevo desde dentro: “Cúmplase en buena hora”.
El coro canta. Los padres, junto al hijo y el padrino, pasan al cuarto grande de la casa y saludan a los padres de la novia y a la madrina. La novia permanece sentada, cabizbaja, esperando la señal de la madrina para salir al portal y recibir públicamente la bendición. El coro canta.
La novia sale al portal, seguida de los padres. Y ante toda la comitiva, unos dentro y otros fuera de la casa, se finca de rodillas en una colcha de colores doblada y con las cerras pa fuera. Pide la novia, alta y claramente: “ ¡Echaime la bendición, padres míos!”. Los padres hacen la señal de la cruz en el aire y le imponen las manos sobre la cabeza diciendo: “La bendición de Dios, hija, que la nuestra está echada”. La madrina, junto al novio, coloca el manto sobre la cabeza de la novia. El resto de las mujeres hacen lo propio con sus mantillas (prendas negras adornadas con bordados de seda de colores). El coro canta. La novia se pone de pie y sale bajo el arco enramado de la puerta. El coro sigue cantando.
La comitiva nupcial
Toda la gente de la boda se coloca en este orden camino de la iglesia:
•Abriéndola, los mozos de los cuhetes (cohetes).
•Niños y jóvenes.
•Tamboritero.
•Mozos maragatos de la boda, tocando las castañuelas.
•Padrino, novio y sus padres.
•Moza del caldo con el bollo maragato.
•Mozas de los ramos.
•Madrina, novia y sus padres.
•Coro de maragatas.
•Familiares de los novios.
•Por último, los vecinos del pueblo.
El coro sigue cantando. Al llegar la comitiva al atrio de la iglesia los novios, flanqueados por los padrinos, se adelantan un poco, para esperar que salga el señor cura para poder acceder al pórtico, donde se celebra el Sacramento del Matrimonio. El coro sigue cantando.
La ceremonia religiosa
El novio, muy emocionado, acepta a su esposa levantando la voz y diciendo: “ ¡Sí, la recibo!”. Durante la celebración de la ceremonia el coro sigue cantando acompasando la letra con el ritmo del ritual. En algunas localidades maragatas se toma un desayuno en la sacristía, consistente en dulces y pastas traídas por los mozos del caldo y vino puesto por el señor cura. A la salida de la iglesia y con los novios ya casados el coro sigue cantando.
Los ramos
La novia, ayudada por las mozas del caldo y la canastillera, mientras se organiza la comitiva de regreso a la casa de la boda en el mismo orden que la de ida y a la puerta de la iglesia, reparte la torta de la madrina entre todos los presentes que no están convidaos a la boda. Las roscas se parten en la sacristía y las saca a la puerta la madrina. El novio, el padrino y los padres de los recién casados reparten cigarrillos y puros a los vecinos y conocidos de otros pueblo que han asistido a la misa.
La novia, ya en la puerta de su casa, recibe los ramos, obsequiados por las mozas del pueblo, agradeciéndoselo y dando un beso a cada porteadora (portadora) del ramo, en esta tarea la ayudan las mozas del caldo. El coro sigue cantando mostrando el sentir de las mozas vecinas y brindando los ramos, para luego seguir con otras canciones.
La lana empleada en la confección de los ramos se destina a la confección del colchón de los recién casados, si la cantidad no es suficiente, se necesitan al menos veinte kilos, lo que falta lo pone la madre de la novia. Cada amiga presenta un ramo, que va haciendo cada tarde y que puede llevar como máximo tres docenas de adornos. Por lo que no hay un número fijo de ellos. Otros componentes del ramo son frutas, dulces, pastas, piruletas, chupetes,...
Se prepara de esta manera:
•1º) Se fabrica un semiarco de madera con un palo transversal y un mango o mástil para poder llevarlo enderezado, para ello los palos se doman (doblan) bien evitando que se rompan, para ello se usan varas de salgueira o negrillo (árboles propios de la zona).
•2º) Luego en la zona del arco se cose un fondo de tela, antiguamente de un pañuelo o colcha, sobre el que van todos los adornos que se reparten entre los invitados (dulces, gayatas -martillos o cachas llenos de dulces-,..), en su parte más alta hay un chupete con un ramo natural que lo culmina y lleva también plumas; y por último en el palo transversal cuelga un vellón de lana cerruda (la larga y fina de las ovejas maragatas) bien lavada y escapenada (esponjada y suelta);
•3º) En medio de la lana y los adornos va entre los dos extremos del arco un pañuelo con cerritas (flecos) y la colonia (una cinta de seda estampada, ya desaparecida).
El reparto de vino y bollas
La madre de la novia, que se ha adelantado a la llegada de la comitiva, tiene dispuestas dos sillas enramadas frente a las puertas de su casa abiertas de par en par. Estas sillas están adornadas con flores y guirnaldas, y tapadas en el respaldo con pañuelos de merino. En ellas se sientan la novia y la madrina. El novio, el padrino y los mozos del caldo esperan de pie, en medio de la calle y frente a las sillas. El coro, situado en la parte derecha de la entrada canta.
La madre de la novia sale con una bandeja grande de plata en la mano, en la que está un pequeño cesto de ofrendas, con trigo de la simiente o semilla del año. El padrino de la boda se acerca se acerca a ella, coge el cesto de mimbres, siembra (echa) tres puñaos (puñados) a los pies de la novia, acaba esparciéndolo al aire sobre las cabezas de la novia y la madrina, y continua tirándolo sobre el resto de la gente.
La madrina, con las mozas del caldo y el resto de las amigas de la novia, preparan celosamente el traje de esta última, empezando por la investidura de prendas, joyas y collares, a la próxima desposada, en la habitación de sus padres, en la que está el arca con todos los trajes recibidos en herencia. La madre y las hermanas del novio visten a éste y a su padre en la casa de este último, con los trajes maragatos sobre la colcha de la cama. Algunos convidaos, van rematando su aspecto por las habitaciones de la casa de los padres del novio.
El traje femenino, en el que todo debe quedar ajustado, consta de las siguientes prendas:
•Medias blancas de hilo de lino.
•Zarzalejo de lana.
•Rodo, rodao o manteo de paño fino y color negro.
•Cintas de seda con doble lazada.
•Mandil de rosel negro y bordado en hilo de oro, seda y felpilla y lentejuelas.
•Jubón de rosel negro brillante y orlado con puntilla blanca al cuello y puños.
•Pañoleta.
•Pañuelo del cuello, que cuelga en forma de pico y si es de casada se llama milcolores, por su gran cantidad de colores, y si es de soltera es un mantón de manila.
•Pañuelo de la cabeza de soltera.
•Bolsillo de terciopelo.
•Pañuelo de mano.
•Pendientes de plata.
•Collares o collarada.
•Joyel.
•Zapato negro, con punta de charol y refuerzo de tacón.
El traje masculino se compone de:
• Calcetines de lana.
•Camisa de hilo fino con botones de artesanía familiar y cosidos con hilo de lino.
•Bragas de rico merino (pantalones).
•Chaleco.
•Armilla sin cuello y con una pequeña aldeta.
•Calzones de paño, a modo de pantalón, llegando a cubrir casi todo el calzado con una especie de aleta hasta la punta, mientras que en la parte superior van sujetas por las ligas, que llevan visibles cartelas (con frases de amor, cariño y entrega).
•Botas de cuero negro.
•Cinturón, rematado con bordados de seda que la novia ha hecho y que contiene una leyenda significativa (normalmente de amor).
• Capa negra con esclavina, regalo de la novia.
•Sombrero maragato negro, ancho y con borlas de seda.
La bendición paterna
En el portal de la casa del novio, en presencia de toda la familia y del padrino, testigo de excepción, el novio fincao (puesto) de rodillas sobre un cobertor mullido de lana recibe la bendición de sus padres: “ ¡Echaime (echadme) la bendición, padres míos ¡” Los padres de pie y frente al novio le imponen las manos sobre su cabeza descubierta, diciendo: “Te damos nuestra bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Si el novio es de fuera la bendición la reciben ambos contrayentes en la casa de los padres de la novia, siguiendo el orden dispuesto tradicionalmente (primero el novio y luego la novia).
Inmediatamente el tamboril, la flauta y las castañuelas se empiezan a oír, al mismo tiempo que repican las campanas hasta la llegada de los novios a la puerta de la iglesia. La comitiva se dirige inmediatamente hasta la casa de la boda, que es la casa de los padres de la novia y en la que se degusta el almuerzo de los callos picantes y la chafaina, después de la alborada y antes de recoger a todos los invitados casa por casa con la música del tamboril.
En esta última se organiza un gran semicírculo en este orden:
•Los padres del novio, un poco adelantados, con el novio en medio.
•El coro de maragatas a la derecha junto a la jamba del portón.
•El grupo de maragatos con las castañuelas en simetría con las anteriores.
•El tamboritero, en el centro, pero detrás del novio.
Deja de oírse la música. El padre del novio camina hacia la puerta de la casa de los padres de la novia, que es la casa de la boda, dando tres golpes al picaporte. La puerta se entreabre: “ ¡Deo (doy) gracias ¡”. El padre de la novia, sin abandonar su casa, abre un poco más la puerta y contesta: “ ¡Pasen! ¡Adelante! “. Sigue el padre del novio: “Venimos a desempeñar la palabra dada”. A lo que contestan de nuevo desde dentro: “Cúmplase en buena hora”.
El coro canta. Los padres, junto al hijo y el padrino, pasan al cuarto grande de la casa y saludan a los padres de la novia y a la madrina. La novia permanece sentada, cabizbaja, esperando la señal de la madrina para salir al portal y recibir públicamente la bendición. El coro canta.
La novia sale al portal, seguida de los padres. Y ante toda la comitiva, unos dentro y otros fuera de la casa, se finca de rodillas en una colcha de colores doblada y con las cerras pa fuera. Pide la novia, alta y claramente: “ ¡Echaime la bendición, padres míos!”. Los padres hacen la señal de la cruz en el aire y le imponen las manos sobre la cabeza diciendo: “La bendición de Dios, hija, que la nuestra está echada”. La madrina, junto al novio, coloca el manto sobre la cabeza de la novia. El resto de las mujeres hacen lo propio con sus mantillas (prendas negras adornadas con bordados de seda de colores). El coro canta. La novia se pone de pie y sale bajo el arco enramado de la puerta. El coro sigue cantando.
La comitiva nupcial
Toda la gente de la boda se coloca en este orden camino de la iglesia:
•Abriéndola, los mozos de los cuhetes (cohetes).
•Niños y jóvenes.
•Tamboritero.
•Mozos maragatos de la boda, tocando las castañuelas.
•Padrino, novio y sus padres.
•Moza del caldo con el bollo maragato.
•Mozas de los ramos.
•Madrina, novia y sus padres.
•Coro de maragatas.
•Familiares de los novios.
•Por último, los vecinos del pueblo.
El coro sigue cantando. Al llegar la comitiva al atrio de la iglesia los novios, flanqueados por los padrinos, se adelantan un poco, para esperar que salga el señor cura para poder acceder al pórtico, donde se celebra el Sacramento del Matrimonio. El coro sigue cantando.
La ceremonia religiosa
El novio, muy emocionado, acepta a su esposa levantando la voz y diciendo: “ ¡Sí, la recibo!”. Durante la celebración de la ceremonia el coro sigue cantando acompasando la letra con el ritmo del ritual. En algunas localidades maragatas se toma un desayuno en la sacristía, consistente en dulces y pastas traídas por los mozos del caldo y vino puesto por el señor cura. A la salida de la iglesia y con los novios ya casados el coro sigue cantando.
Los ramos
La novia, ayudada por las mozas del caldo y la canastillera, mientras se organiza la comitiva de regreso a la casa de la boda en el mismo orden que la de ida y a la puerta de la iglesia, reparte la torta de la madrina entre todos los presentes que no están convidaos a la boda. Las roscas se parten en la sacristía y las saca a la puerta la madrina. El novio, el padrino y los padres de los recién casados reparten cigarrillos y puros a los vecinos y conocidos de otros pueblo que han asistido a la misa.
La novia, ya en la puerta de su casa, recibe los ramos, obsequiados por las mozas del pueblo, agradeciéndoselo y dando un beso a cada porteadora (portadora) del ramo, en esta tarea la ayudan las mozas del caldo. El coro sigue cantando mostrando el sentir de las mozas vecinas y brindando los ramos, para luego seguir con otras canciones.
La lana empleada en la confección de los ramos se destina a la confección del colchón de los recién casados, si la cantidad no es suficiente, se necesitan al menos veinte kilos, lo que falta lo pone la madre de la novia. Cada amiga presenta un ramo, que va haciendo cada tarde y que puede llevar como máximo tres docenas de adornos. Por lo que no hay un número fijo de ellos. Otros componentes del ramo son frutas, dulces, pastas, piruletas, chupetes,...
Se prepara de esta manera:
•1º) Se fabrica un semiarco de madera con un palo transversal y un mango o mástil para poder llevarlo enderezado, para ello los palos se doman (doblan) bien evitando que se rompan, para ello se usan varas de salgueira o negrillo (árboles propios de la zona).
•2º) Luego en la zona del arco se cose un fondo de tela, antiguamente de un pañuelo o colcha, sobre el que van todos los adornos que se reparten entre los invitados (dulces, gayatas -martillos o cachas llenos de dulces-,..), en su parte más alta hay un chupete con un ramo natural que lo culmina y lleva también plumas; y por último en el palo transversal cuelga un vellón de lana cerruda (la larga y fina de las ovejas maragatas) bien lavada y escapenada (esponjada y suelta);
•3º) En medio de la lana y los adornos va entre los dos extremos del arco un pañuelo con cerritas (flecos) y la colonia (una cinta de seda estampada, ya desaparecida).
El reparto de vino y bollas
La madre de la novia, que se ha adelantado a la llegada de la comitiva, tiene dispuestas dos sillas enramadas frente a las puertas de su casa abiertas de par en par. Estas sillas están adornadas con flores y guirnaldas, y tapadas en el respaldo con pañuelos de merino. En ellas se sientan la novia y la madrina. El novio, el padrino y los mozos del caldo esperan de pie, en medio de la calle y frente a las sillas. El coro, situado en la parte derecha de la entrada canta.
La madre de la novia sale con una bandeja grande de plata en la mano, en la que está un pequeño cesto de ofrendas, con trigo de la simiente o semilla del año. El padrino de la boda se acerca se acerca a ella, coge el cesto de mimbres, siembra (echa) tres puñaos (puñados) a los pies de la novia, acaba esparciéndolo al aire sobre las cabezas de la novia y la madrina, y continua tirándolo sobre el resto de la gente.