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VAL DE SAN LORENZO: El oficio de arriero lo ejercieron hombres de varias...

El oficio de arriero lo ejercieron hombres de varias comarcas leonesas: de los Argüellos, de Laciana y Babia, el Páramo, los Ancares, etc. Pero los más conocidos, con fama universal, son los arrieros de Maragatería. Al arriero maragato dedicaron su atención escritores como Gil y Carrasco o grabadores como Cano y Olmedilla, entre otros muchos. En los relatos de los viajeros extranjeros de los siglos XVIII y XIX, aparecen referencias a estos hombres que realizaban el transporte de mercancías a lomos de caballerías y, más tarde, en carromatos. Y algunos de estos visitantes se unieron a ellos para ir más seguros por los caminos de España. Ya en el siglo XVI los arrieros maragatos llevan pescado en sus mulos desde Galicia hasta los mercados de Villalón, Medina de Rioseco, Benavente y La Bañeza. En el XVIII hay un gran crecimiento y expansión de la arriería maragata: traían pescado de Galicia y llevaban de Castilla aceite, jabón y paños. En Madrid se les podía ver, con sus característicos trajes, en los mesones de la calle de Segovia. La arriaría, ante la aparición del ferrocarril, decae en la segunda mitad del XIX, y los maragatos tienen que buscar otro medio de vida; algunos se instalan como comerciantes en Madrid y La Coruña, otros emigrarán a América. En la capital de España les ve Charles Davillier, en sus pescaderías de las cercanías de la Plaza Mayor, y les dedica un comentario en el relato de su viaje por España.