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VALBUENO: Tere: Te acuerdas, cuando tocaba "Cartegenera" ó "Manolo...

Hace unos días hice un post en mi blog de la utopía del día a día, sobre Salvador, recuerdo cuando era cria de ir a Santa Bárbara a Villadepán y estar ahí él con su acordeón.

http://unmundofeliz-irma. blogspot. com/2011/08/salvador-gonzalez- el-acordeonista-de. html

** no me ha dejado añadir foto: (

Un abrazo utópico, Irma.-

Creo que hablar de Salvador nos emociona a todos, sobre todo a los que ahora estamos cerca de los 60. Recuerdo cuando salió la canción de Julio Iglesias, Gwendolyne, si mi memoria no me juega una mala pasada el año 1970, en Corpus en Villabandin, Salvador nos hacía a Mary Carmen y a mi cantar la canción para incorporarla a su repertorio. Menudo “morro” teníamos nosotras, ahora me moriría de vergüenza, además que se me olvido cantar.
Desde luego recuerdo aquellos años con mucha alegría, fueron años duros, pero yo los recuerdo con mucha añoranza y que duda tiene que Salvador forma parte de la historia de todos los Omañeses de esa época.
Yo también estuve una vez en Santa Bárbara, nevaba mucho, de noche y andando por el coto no sé cómo no nos matamos, cuando llegamos al arroyo Retuerto un zorro por entre nuestros pies, los chillidos míos se oían desde Sabugo pero continuamos. Cuando llegamos ni Salvador se había atrevido a ir pero valían más las ganas de risa que teníamos que todos los inconvenientes. Al final estuvimos en alguna casa que no recuerdo, contando historias y jugando a las cartas hasta el amanecer que regresamos.
En Balbueno creo que a la fiesta no he estado nunca pero una vez estando en Omañon “al corte” también estaba Elena y era por carnaval, fuimos a pedir a Valbueno para hacer una cena en Omañón, la cena nos la hizo Clarisa. ¡Menudos tiempos! ¿Qué nos diría la gente si fuera ahora?, de todo menos bonitos.
Saludo para todos

Tere: Te acuerdas, cuando tocaba "Cartegenera" ó "Manolo Mío". Las bordaba.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Tenía mucho mérito este hombre. El único medio de transporte de que disponía era una bicicleta y la pobre cargaba con acordeonista y acordeón. Estuvo trasladándose por aquellos pueblos durante mucho tiempo con este sencillo mecanismo de locomoción. Siempre, siempre, estaba de buen humor. Tenía una paciencia infinita. Se merece el premio que le han dado y muchos más.
Si que es verdad, yo creo que aquella acordeón tenia truco y memorizaba, a veces estaba tan cansado el hombre que casi se dormía pero continuaba y siempre sonriendo. Yo no sabía que le hubiesen dado un premio pero de verdad me alegro, es una persona que va unida a nuestros recuerdos de juventud. ¿Os imagináis vuestra juventud sin Salvador? ¡imposible!