De origen
romano, es llamado también La
Puente de la Mocha y parece que debe este nombre a la época en que careció de pretiles o defensas, derruidas por el paso del tiempo.
Tiene
bóveda de sillería de 11,70 m de luz y 5,50 m de altura en la clave, y 3,90 de anchura. Fue restaurado por los canteros de la zona en el año 2002.