“EL OCIO Y EL TRABAJO”
Había en una cuadra dos arados,
En un día comprados;
De condiciones tales,
Que en tamaño y valor eran iguales.
El uno ocioso estaba,
Que alzado y de repuesto se tenía;
Su hierro se oxidaba,
La madera, a la sombra, enmohecía.
El otro, que hacendoso
Se afanaba labrando llano y sierra,
Se veía lustroso,
Lustroso por el roce de la tierra.
Un día, el labrador, que con su hijo
Recorría la casa de alto a bajo,
Mirando a los arados: Ve –le dijo-,
Ve lo que hacen el ... (ver texto completo)
Había en una cuadra dos arados,
En un día comprados;
De condiciones tales,
Que en tamaño y valor eran iguales.
El uno ocioso estaba,
Que alzado y de repuesto se tenía;
Su hierro se oxidaba,
La madera, a la sombra, enmohecía.
El otro, que hacendoso
Se afanaba labrando llano y sierra,
Se veía lustroso,
Lustroso por el roce de la tierra.
Un día, el labrador, que con su hijo
Recorría la casa de alto a bajo,
Mirando a los arados: Ve –le dijo-,
Ve lo que hacen el ... (ver texto completo)