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METALES PREHISTÓRICOS “EL OTERO”, Valdevimbre
El Hallazgo de Valdevimbre ha sufrido un periplo con varias estaciones. Varios viajes de corto recorrido que han durado mucho tiempo: del primero, prehistórico, carecemos de noticias, pero podemos imaginarlos el que más nos haga ilusión; el segundo fue desde el El Otero al centro mismo de Valdevimbre, a la farmacia (1925); Un tercero, Valdevimbre-Valencia de Don Juan, a los descendientes de D. Luis (segundo cuarto del siglo XX); el cuarto, Valencia de Don Juan-León (2004), facilitado por la familia García-Tabarés; y el quinto, que aún no se ha producido. Según estos, nos falta información del primer viaje, el que hizo el propietario prehistórico desde su habitación al lugar de ocultación, y el cumplimiento del último, de León a Valdevimbre, con el que cerrar el círculo y llegada a su ubicación natural.
Realmente las piezas halladas en El Otero de Valdevimbre, a estas alturas del siglo XXI, uno piensa que el viaje debía haber sido hacia la localidad de Valdevimbre, donde realmente se puede mantener su significante prehistórico. Por tanto. ahora toca poner los medios para que se cumpla el último viaje que lo sitúe en su sitio, el original.
En este momento Valdevimbre posee un Museo que puede albergar el hallazgo. O sea, que debe de producirse un nuevo capítulo de su deambular, otro viaje, el último, para acercarse al destino que sus poseedores prehistóricos les habían dado. Sería idóneo el que puedan estar exhibidas en un edificio público cercano al lugar del depósito hallado, como puede ser la cueva Museo de Valdevimbre, lugar bajo tierra, que fue donde se halló, y donde puede mantener las características del escondrijo. De esta forma el testimonio y las gentes de esta tierra que lo ocultaron dejen de ser anónimos, con su permanencia alejadas del lugar, y sean contextualizados situando las piezas en territorio del hallazgo.
Todo ello se puede justificar por varios motivos: 1.- por la situación del paraje, en Valdevimbre; 2.- por la propiedad de la finca, un vecino del pueblo; 3.- por ser un camino vecinal correspondiente al término; 4.- porque es referente de la historia del propio lugar, y donde mejor situación del contexto del hábitat tiene. Porque, al hilo de lo que dice la nota manuscrita del Capataz de la obra al Juez del pueblo (“para el uso que quisiera darles”), una autoridad como esta, que debería tener conocimiento de lo que supone un hallazgo de este calibre, debería haberla entregado, como se dijo entonces, al Museo Provincial de León. Pues lo que no se hizo en su momento, fue el consultar a las personas implicadas ni a las demás autoridades de la población para tomar una decisión. Se jugaba con las cándidas y benévolas intenciones de las personas. Aún así es de agradecer que, después de mucho tiempo, los descendientes tomaran la decisión de entregarlas a una institución pública para su custodia y exhibición sin haber desintegrando el conjunto. En este sentido, quizá por su buen criterio profesional, la familia de D. Luis supiese que si separaban las piezas perdería su valor histórico. Pero podemos pensar que, en el transcurso de aquellos tiempos, a D. Luis se le juntaran un montón de circunstancia que le impidieron entregar el lote, pero sabiendo que no lo debía poseer él.
Ahora, apartando las lamentaciones, se debería proceder al último viaje allanando el escabroso camino administrativo y facilitar la vuelta a Valdevimbre.
El Patrimonio Cultural de Castilla y León trata de que se mantengan los BIC, la conservación de los bienes muebles y ordenar su depósito en centros público que mantengan su carácter, las circunstancias y en las mejores condiciones contextuales del hábitat. Pues esta es una ocasión para practicar esta máxima, transferir y depositar estas piezas BIC a la cueva Museo de Valdevimbre para su protección y tutela con carácter definitivo.
¿dónde mejor sitio para que los estudiosos del tema y cualquier persona puedan contextualizarlos? En el Patrimonio Cultura de El Valle. Se debe de hacer viable una llegada de este hallazgo a Valdevimbre que permita mostrar una parte importante del Patrimonio Cultural de El Valle con esta referencia prehistórica, los útiles metálicos.
El Hallazgo de Valdevimbre ha sufrido un periplo con varias estaciones. Varios viajes de corto recorrido que han durado mucho tiempo: del primero, prehistórico, carecemos de noticias, pero podemos imaginarlos el que más nos haga ilusión; el segundo fue desde el El Otero al centro mismo de Valdevimbre, a la farmacia (1925); Un tercero, Valdevimbre-Valencia de Don Juan, a los descendientes de D. Luis (segundo cuarto del siglo XX); el cuarto, Valencia de Don Juan-León (2004), facilitado por la familia García-Tabarés; y el quinto, que aún no se ha producido. Según estos, nos falta información del primer viaje, el que hizo el propietario prehistórico desde su habitación al lugar de ocultación, y el cumplimiento del último, de León a Valdevimbre, con el que cerrar el círculo y llegada a su ubicación natural.
Realmente las piezas halladas en El Otero de Valdevimbre, a estas alturas del siglo XXI, uno piensa que el viaje debía haber sido hacia la localidad de Valdevimbre, donde realmente se puede mantener su significante prehistórico. Por tanto. ahora toca poner los medios para que se cumpla el último viaje que lo sitúe en su sitio, el original.
En este momento Valdevimbre posee un Museo que puede albergar el hallazgo. O sea, que debe de producirse un nuevo capítulo de su deambular, otro viaje, el último, para acercarse al destino que sus poseedores prehistóricos les habían dado. Sería idóneo el que puedan estar exhibidas en un edificio público cercano al lugar del depósito hallado, como puede ser la cueva Museo de Valdevimbre, lugar bajo tierra, que fue donde se halló, y donde puede mantener las características del escondrijo. De esta forma el testimonio y las gentes de esta tierra que lo ocultaron dejen de ser anónimos, con su permanencia alejadas del lugar, y sean contextualizados situando las piezas en territorio del hallazgo.
Todo ello se puede justificar por varios motivos: 1.- por la situación del paraje, en Valdevimbre; 2.- por la propiedad de la finca, un vecino del pueblo; 3.- por ser un camino vecinal correspondiente al término; 4.- porque es referente de la historia del propio lugar, y donde mejor situación del contexto del hábitat tiene. Porque, al hilo de lo que dice la nota manuscrita del Capataz de la obra al Juez del pueblo (“para el uso que quisiera darles”), una autoridad como esta, que debería tener conocimiento de lo que supone un hallazgo de este calibre, debería haberla entregado, como se dijo entonces, al Museo Provincial de León. Pues lo que no se hizo en su momento, fue el consultar a las personas implicadas ni a las demás autoridades de la población para tomar una decisión. Se jugaba con las cándidas y benévolas intenciones de las personas. Aún así es de agradecer que, después de mucho tiempo, los descendientes tomaran la decisión de entregarlas a una institución pública para su custodia y exhibición sin haber desintegrando el conjunto. En este sentido, quizá por su buen criterio profesional, la familia de D. Luis supiese que si separaban las piezas perdería su valor histórico. Pero podemos pensar que, en el transcurso de aquellos tiempos, a D. Luis se le juntaran un montón de circunstancia que le impidieron entregar el lote, pero sabiendo que no lo debía poseer él.
Ahora, apartando las lamentaciones, se debería proceder al último viaje allanando el escabroso camino administrativo y facilitar la vuelta a Valdevimbre.
El Patrimonio Cultural de Castilla y León trata de que se mantengan los BIC, la conservación de los bienes muebles y ordenar su depósito en centros público que mantengan su carácter, las circunstancias y en las mejores condiciones contextuales del hábitat. Pues esta es una ocasión para practicar esta máxima, transferir y depositar estas piezas BIC a la cueva Museo de Valdevimbre para su protección y tutela con carácter definitivo.
¿dónde mejor sitio para que los estudiosos del tema y cualquier persona puedan contextualizarlos? En el Patrimonio Cultura de El Valle. Se debe de hacer viable una llegada de este hallazgo a Valdevimbre que permita mostrar una parte importante del Patrimonio Cultural de El Valle con esta referencia prehistórica, los útiles metálicos.