Ahora nos hemos quedado sin cura. Don Jose Antonio se ha jubilado definitivamente y cada domingo sube un cura de Cistierna a decir misa. Y a callar, mientras dure, porque terminaremos teniendo que decir misa alguno de los vecinos del pueblo. Hay que felicitar a todos los que colaboraron en arreglar la Iglesia, de modo especial a quien llevó las riendas de todos los trabajos. Enhorabuena, ahora da gusto entrar. Ahora la iglesia ya no está así, está muy arregladita, por fuera y por dentro.