Ahora sí caigo, creo recordar que ese
campo era largo y estrecho, alguna vez incluso jugamos al
futbol.
Solíamos subir hasta allí por el
camino cimero casi hasta la entrada a Villarín y luego tirábamos por la ladera de la izquierda para arriba, otras veces peña arriba.
Por las laderas de la peña, en Agosto nos manadaban a recoger orégano, había en abundancia y como olía, se guardaba para la
matanza.