Menuda historia tiene ese Bar-Restaurante.
En nuestro tiempo cuando nevaba mucho los camiones se veían obligados a parar y poner las cadenas, nosotros les ayudábamos (cuando nos dejaban ¡claro!) a cambio siempre caía alguna propinilla y que bien nos venía de aquellas.
Durante el buen tiempo en el aparcamiento, a la derecha de la foto se jugaba a los bolos.
Una lástima que hoy en día esté cerrado.
En nuestro tiempo cuando nevaba mucho los camiones se veían obligados a parar y poner las cadenas, nosotros les ayudábamos (cuando nos dejaban ¡claro!) a cambio siempre caía alguna propinilla y que bien nos venía de aquellas.
Durante el buen tiempo en el aparcamiento, a la derecha de la foto se jugaba a los bolos.
Una lástima que hoy en día esté cerrado.