En este
pueblo se hunden mis raíces. Hace muchos años mi abuelo fundó una
fábrica de luz junto al
río. Ha pasado mucho tiempo, y puede que mi abuelo siga vagando por los parajes que nunca más volvió a visitar tras la guerra.
Puede que el alma de todos los que han contribuido a construir la
historia del pueblo, continúen presentes en los bastidores del Porma, esperando una nueva oportunidad para perpetuar otras estirpes y otras ideas, transformando el pensamiento en acción.