Fue construida en el siglo XVIII, en honor a Santiago por los numeros peregrinos que se perdian por este
valle (y los que actualmente se siguen extraviando).
Tiene una semiábside de estilo rural.
Hasta 1930 bajo sus lajas de pizarra fueron enterrados los niños que fallecian en el
pueblo.
Contaba con dos figuras: El Santiago que aguanto los embistes de la Guerra Civil y fue robado en los años 80 y un pequeño
San Antonio que fue robado sobre el año 2000.
El
edificio se encontraba en un importante estado de abandono hasta que fue restaurada durante el
invierno de 2006.