No es la gloria el halago
ni los clamores
que elevan los eternos
voceadores.
No es la gloria el dinero
ni las riquezas
con que a veces se ocultan
grandes flaquezas:
ni es tampoco el prestigio
de los laureles ... (ver texto completo)
ni los clamores
que elevan los eternos
voceadores.
No es la gloria el dinero
ni las riquezas
con que a veces se ocultan
grandes flaquezas:
ni es tampoco el prestigio
de los laureles ... (ver texto completo)