Nieve en las sierras, nieve en los collados, - nieve en el
valle, y en el
pueblo, nieve. - Nadie a salir de
casa ya se atreve, - si no es para dar
agua a sus
ganados.
Los
caminos, de nieve están cegados, - y esgrime el cierzo su puñal aleve. - Y el sol es tan cobarde, que ni un leve - rayo nos brinda desde sus estrados.
Campea en todo el General
Invierno, - y en esa cerrazón, casi completa, - vive el alma las penas del infierno.
Hasta que mayo toma la paleta - y, artista eximio del
color eterno, - en miniar el
paisaje se concreta.