Aquella mole, por demás
gigante, - que allá en el noroeste señorea, - no es Polifemo, aquel de Galatea, - sino "El Forao", con majestad de atlante.
Tan alto y varonil en su desplante, - que más se empina, cuanto más otea, - y con fama de grande, galantea - lejos del "Palerón", allá distante.
Semi horadado en su frontal, parece -
retablo inmenso para alzar su prece, - brujas y duendes en los tiempos viejos.
Pero la nota más alegre adquiere, - cuando prenden en él sin alfileres, - sus intocables
nidos, los vencejos. CÁNDIDO GARCÍA.