Nacido en
Viadangos de Arbas, emigró a Junín (
Argentina) y ya no volvería a ver su amado
pueblo, salvo en las
fotos en blanco y negro que le envió su primo Florentino y que invadieron su alma de recuerdos, lo que motivó docenas de sonetos que dedicó a los lugares de su aldea querida.
LEGADO PATERNO
Será como murmuras... pero deja - que le pueda decir: ¡padre, no has muerto! - Desde otro mundo, para mí encubierto, - tu ser inmaterial vibra y refleja.
No has muerto, no. Tu vida en mí se espeja, - soy lo que fuiste, en ideal concierto, - y cual tú, soñador, sueño despierto, - y cual tú, en el dolor, ahondo mi queja.
Y aunque de ti me distancié temprano, - no pudo la corriente envilecida, - arrastrarme a los abismos del
pantano.
Y si a tu semejanza me forjaste, - molde soy solo a prolongar tu vida, - que al partir como herencia me dejaste. CÁNDIDO GARCÍA