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Escuela, VILLABANDIN

Me gusta tu mensaje. En elcentro de la Argentina, pcia de Buenos Aires, donde vivo no hace tanto frío, sin embargo el salir de la escuela empujando los zapatos, con hambre y frío también me sucedía. Y el olor que salía de las casas aumentaba las ganas de comer.
No ese plato que mencionas, aquí el puchero era una comida muy popular.
Nelba
También, también. Qué ricas, alguna vez las pongo que por aquí no es un plato habitual, se come mucho guiso de patatas y pescado, pero fresco. De todos modos tengo que reconocer que nada me sabe tan rico como aquello que guisaba “mami”
¿Y no te recuerda las patatas con bacalao y arroz? A mi me quedó tan grabado que todavía me pego algún que otro banquete; y no sólo en esta época. En León tenemos la suerte de disfrutarlo en muchos sitios y de muchas formas. Un auténtico manjar.
En este tiempo de cuaresma y de papas renunciantes porque la carga del cargo los abruma, me viene a la memoria un grato recuerdo olorífico de la infancia. Salir de la escuela al medio día, quedarme rezagada para intentar librar los empujones y la aglomeración de la salida, caminar por el barro o por la nieve haciendo equilibrísmo con las madreñas... siempre ensimismada y soñadora, hasta que algo me sacaba de la ensoñación. El olor maravilloso a fritos con aceite de oliva que salía por las ventanas...