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VILLABANDIN: Siiiii, la tarabilla. lo otro no sé, pero sí, la trébede...

Cuando yo era pequeña, me gustaba mucho ir con mi madre al molino. Todo allí era un universo agradable para mi. El ruido estridente del impacto del agua contra el rodezno, que se vislumbraba a través de las rendijas de los tablones del suelo, el movimiento de las muelas, el traqueteo de la tolva, el olor de la harina fresca salida del grano recién reventado... qué grato recuerdo.
Pero había una tablilla junto al agujero por donde salía la harina, que mi madre manipulaba, no sé si para que fuese más fina o más rápida la molienda. Me quedaba extasiada viendo su rítmico movimiento mientras expulsaba la harina en una dirección concreta, fornando una pirámide blanca y puntiaguda.
Por más que me esfuerzo no recuerdo el nombre de esa tablilla. Ya se lo pregunté a mi madre que tiene una memoria que para mi quisiera yo, pero tampoco lo recuerda o por lo menos no lo recordaba el día que se lo pregunté. Así que apelo a las memorias prodigiosas para que me solventéis mi duda.
Un saludo agradecido.

Villabandín, por mi jefe te refieres al que se deja manduquear por mi ¿no? Está bien, trabajando, que él sigue haciéndolo aunque es más viejo que tú, pero contento de poder hacerlo. Te manda un saludo con mucho afecto.

Hola, molinera:
En primer lugar creo que lo de la foto no es la trébede; creo que es el murillo, las cadenas de colgar la caldera son las pregancias y la trébede es una especie de plataforma de tres patas en la que se ponía el pote.
Y lo del molino, ¿podría ser la canaleta y la tarabilla? No estoy muy seguro, pero me suena. Chao

Siiiii, la tarabilla. lo otro no sé, pero sí, la trébede es lo de las tres patas.
Un saludo fraternal.