Coincido en todos los comentarios que haceis sobre la belleza de villaburbula. Me crié allí aunque solo durante las vacaciones, pase buenos momentos, descubrí las manifestaciones de la naturaleza que se recuerdan durante toda la vida. En ocasiones lo visito con mi familia; especial recuerdo tengo de la iglesia, tanto del interior donde aun recurdo a don fabio en aquellas liturgias cargadas de tensión, como de la plazuela, lugar de reunión cuando eramos aspirantes a "mozos".
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