Si no te aprendes la
historia,
le dijo a un niño su abuela,
te sacaré de la
escuela
para tirar de una
noria.
No sé si atendió a la riña,
pero al domingo siguiente,
paseando el inocente
por una fertil campiña,
vió por una valla o
puerta
un burro que se afanaba
y con su esfuerzo sacaba
el riego de aquella
huerta.
Quedose con atención
fijo en tan rudo trabajo
y murmuró por lo bajo:
¡No se supo la lección!