En ésta casa vivía Felipe Rodriguez, sastre de profesión principal y que estaba solo la mayor parte del año por su condición de soltero. En fechas señaladas solía visitarle una sobrina que se llamaba Aurelia, casada con un señor de nombre Timoteo y que vivían en León capital, muy cerca de la iglesia de San Pedro. Confeccionaba y arreglaba ropa de caballero en especial, pero también le hacían otro encargos como remendar sábanas etc... tubo un aprendiz, Celestino que, con el tiempo fue un maestro aventajado en dicho trabajo y con mucha fama en toda la comarca.
De Felipe quedan obras hechas en su época de alcalde de la pedanía como las fuentes de los pozos y del pacedero. Esta última se ha limpiado y remozado recientemente. Se contaban de él anécdotas como una en la que salíó en defensa de la juventud de villaceid ante D. Manuel González, Párroco a la sazón de la villa y que había llamado la atención en plena misa a algunos mozos por falta de compostura durante la celebración: D. Manuel le increpó felipe a la salida, perdone Vd. pero con la capa de los de Villaceid se cubren los de otros pueblos (parece ser que asistían a misa jóvenes de otro pueblo causantes de la fechoría) y el Sr. alcalde, con toda la razón del mundo, defendió a los suyos. Ahora me viene a la memoria también una cancioncilla que, medio tarareada, medio recitada, solía entonar y que hacía referencia a un niño huérfano al que su madre había dado a luz en el desierto, muriendo ésta del parto y siendo recogido el neonato por una pantera que lo crió con su propia leche. Con el tiempo el niño se encontró con su padre que resultó ser un noble importante, finalizando la historia, que era muy triste, de una forma felíz e inesperada.
En solitario desierto a luz al mundo mi madre me dió
y por falta de todo cuidado mi madre murió.
Había una hermosa pantera, que de mi se compadeció
y llevándome a su cueva con su sangre me crió
aquella terrible fiera.....
No me viene a las mientes mas de la composición, pero de verdad que era bonita y además el hecho de que Felipe fuese tartamudo y al entonarla "prendiese" un poco (sólo al principio) la hacía mas interesante.
Este hombre también trabajaba a domicilio, percibiendo la manutención y, aparte, los emolumentos en metálico que correspondiesen. Durante una gira laboral por el pueblo de Robledo de Caldas fué padrino de un niño al que puso su mismo nombre: Felipe, al que conocí hace muchos años que trabajaba de albañil, carpintero etc... y luego perdí la pista.
Poco queda ya, en efecto, de lo que fué la casa del sastre Felipe, pero recuerdos muchos suscita todavía. F. A.
De Felipe quedan obras hechas en su época de alcalde de la pedanía como las fuentes de los pozos y del pacedero. Esta última se ha limpiado y remozado recientemente. Se contaban de él anécdotas como una en la que salíó en defensa de la juventud de villaceid ante D. Manuel González, Párroco a la sazón de la villa y que había llamado la atención en plena misa a algunos mozos por falta de compostura durante la celebración: D. Manuel le increpó felipe a la salida, perdone Vd. pero con la capa de los de Villaceid se cubren los de otros pueblos (parece ser que asistían a misa jóvenes de otro pueblo causantes de la fechoría) y el Sr. alcalde, con toda la razón del mundo, defendió a los suyos. Ahora me viene a la memoria también una cancioncilla que, medio tarareada, medio recitada, solía entonar y que hacía referencia a un niño huérfano al que su madre había dado a luz en el desierto, muriendo ésta del parto y siendo recogido el neonato por una pantera que lo crió con su propia leche. Con el tiempo el niño se encontró con su padre que resultó ser un noble importante, finalizando la historia, que era muy triste, de una forma felíz e inesperada.
En solitario desierto a luz al mundo mi madre me dió
y por falta de todo cuidado mi madre murió.
Había una hermosa pantera, que de mi se compadeció
y llevándome a su cueva con su sangre me crió
aquella terrible fiera.....
No me viene a las mientes mas de la composición, pero de verdad que era bonita y además el hecho de que Felipe fuese tartamudo y al entonarla "prendiese" un poco (sólo al principio) la hacía mas interesante.
Este hombre también trabajaba a domicilio, percibiendo la manutención y, aparte, los emolumentos en metálico que correspondiesen. Durante una gira laboral por el pueblo de Robledo de Caldas fué padrino de un niño al que puso su mismo nombre: Felipe, al que conocí hace muchos años que trabajaba de albañil, carpintero etc... y luego perdí la pista.
Poco queda ya, en efecto, de lo que fué la casa del sastre Felipe, pero recuerdos muchos suscita todavía. F. A.