El fin de semana pasado, se celebró en este marco incomparable que es la iglesia de mi pueblo, la festividad de San Cipriano, patrón de la parroquia. Celebración que han hecho coincidir con la inauguración de las obras de reforma y acondicionamiento del templo, oficiando la misa el Ilmo. Sr. Vicario de la Diocesis: D. Jesús (Leonés de Selga de Ordás) en un acto a la vez sencillo y emocionante; sobre todo cuando sonaron al "Alzar" (consagración) los acordes del himno nacional, costumbre muy arraigada en otros tiempos y que se ha ido perdiendo. La letra, porque tambien se cantaba una adaptada para la ocasión, decía Así: La virgen María es nuestra protectora, nuestra defensora/No hay nada que temer/Vence al Mundo, demonio y carne/ ¡Guerra!, ¡guerra!, ¡Guerra! contra Lucifer.
¿Que decir de los demás actos y festejos? Todo en su punto. Habéis hecho que uno se sintiera felíz y transportado como por arte de magia a una juventud ya pasada. Por todo ello muchas gracias a la gente de MI PUEBLO. F. A.
¿Que decir de los demás actos y festejos? Todo en su punto. Habéis hecho que uno se sintiera felíz y transportado como por arte de magia a una juventud ya pasada. Por todo ello muchas gracias a la gente de MI PUEBLO. F. A.