Ha merecido la pena estar en la Fiesta de San Cipriano. Hace años que no me divertía tanto. Estuvo genial. De nuevo volvimos a encontrarnos unos cuantos. Y es que esta fiesta se vive más intensamente que la del verano.
La vispera, el día 15: la hoguera. Emoción al ver a las nuevas generaciones siguiendo con la tradición, cantando las canciones de siempre. Por cierto que se esmeraron mucho en hacer la hoguera, espectacular. Seguidamente, cenar todos juntos el chorizo, las costillas asadas, el queso y beber vino de la bota. Después baile allí mismo en las eras. Para continuar con un fabuloso conjunto de música en la bolera.
El día de San Cipriano todos a misa a la una. Cuatro mozos llevando al Santo, recorrimos el pueblo. Después tomar el aperitivo en el salón de los mozos, en el bar de Benito y en el albuergue. Por la tarde, bolos, y después baile.
Hay que contar también que las mozas "robaron" los calzoncillos a algunos de los mozos de sus respectivas casas y los colgaron en la fachada del salón, con los nombres de cada uno. Al día siguiente los mozos se tomaron la revancha y llenaron las camas de las chicas de garbanzos, fideos y alubias, para que descansaran mejor.
El día de San Ciprianín siguió la fiesta, pero yo lamentablemente tuve que regresar al trabajo. Pero antes de la verbena hicieron juegos para todos, y al igual que el año pasado hubo algún que otro lesionado.
Esto es un resumen. Una ligera idea de lo bien que estuvo la fiesta del Patrón. Saludos para todos
La vispera, el día 15: la hoguera. Emoción al ver a las nuevas generaciones siguiendo con la tradición, cantando las canciones de siempre. Por cierto que se esmeraron mucho en hacer la hoguera, espectacular. Seguidamente, cenar todos juntos el chorizo, las costillas asadas, el queso y beber vino de la bota. Después baile allí mismo en las eras. Para continuar con un fabuloso conjunto de música en la bolera.
El día de San Cipriano todos a misa a la una. Cuatro mozos llevando al Santo, recorrimos el pueblo. Después tomar el aperitivo en el salón de los mozos, en el bar de Benito y en el albuergue. Por la tarde, bolos, y después baile.
Hay que contar también que las mozas "robaron" los calzoncillos a algunos de los mozos de sus respectivas casas y los colgaron en la fachada del salón, con los nombres de cada uno. Al día siguiente los mozos se tomaron la revancha y llenaron las camas de las chicas de garbanzos, fideos y alubias, para que descansaran mejor.
El día de San Ciprianín siguió la fiesta, pero yo lamentablemente tuve que regresar al trabajo. Pero antes de la verbena hicieron juegos para todos, y al igual que el año pasado hubo algún que otro lesionado.
Esto es un resumen. Una ligera idea de lo bien que estuvo la fiesta del Patrón. Saludos para todos